A todos los niños se les dan bien los idiomas, si empiezan a utilizar más de uno desde que son pequeños. Para los padres, que sus hijos puedan hablar y entender otra lengua se ha convertido en una prioridad. Vivimos en una sociedad cada vez más globalizada y son muchos los padres que quieren garantizar una inmesión lingüística en otro idioma distinto a la lengua materna a sus hijos.
Para conseguirlo es fundamental despertar el interés de los niños por aprender esta segunda lengua. La motivación que tengan hacia ese nuevo idioma que no utilizan como el primero es lo que realmente les va a hacer avanzar a buen ritmo en el aprendizaje.
Por un lado, influye la manera en que se enseñe un idioma, pero también es determinante un entorno favorable para la inmersión lingüística. Estos ambientes se pueden encontrar en campamentos de idiomas, estancias en el extranjero o centros educativos con un currículo internacional, que reúnen todas las ventajas de los dos primeros y además potencian este aprendizaje desde los primeros años, es decir, en la parte vital del desarrollo cognitivo.
Desde casa, es necesario transmitir al niño la importancia de los idiomas desde una perspectiva apasionante y útil para su futuro. Nunca como una obligación y, ante todo, no mostrar rechazo, insinuar que el aprendizaje de un idioma es complicado o hacer comentarios como «tienes mal oído», «se te dan mal los idiomas», etc. Esto podría ser el principio del fin de una oportunidad de oro.
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Una de las claves para que los niños no adopten una posición esquiva a los idiomas es introducir poco a poco actividades, juegos e inmersiones lingüísticas en diversos contextos, que se adapten a ellos. Por supuesto, la edad es muy importante, ya que cuanto antes se pongan en práctica los siguientes consejos que os vamos a mencionar, mejor serán recibidos por los niños.
Actividades para despertar el interés por los idiomas
1. Utilizar el idioma para su actividad favorita
¿Qué les gusta y con qué actividades disfrutan más? ¿La danza, el deporte, la música…? Los idiomas pueden introducirse en todos estos ejercicios cotidianos que ya sabemos que disfrutan realizando, y serán gratamente bienvenidos.
En caso de que las actividades extraescolares no puedan realizarse incorporando estos idiomas, un método sencillo para el aprendizaje de otras lenguas es motivarles a consumir contenido en el idioma objetivo: Películas, series, música, audiocuentos… Llegará un momento en el que prefieran ver sus series en su idioma materno, pero para eso estamos la familia, ¡para animarlos a no desistir! A veces, ser un poco exigentes al principio facilita las cosas de cara al futuro y al final te lo agradecerán.
2. Idiomas en su tiempo libre
Además, aparte de estas actividades que pueden darse en su tiempo libre o en la escuela, también podemos introducir los idiomas en el juego a través de tarjetas de palabras, puzles, cuentos, inventos con las instrucciones en otro idioma… ¡Es a través del juego y la indagación que los niños aprenden más y mejor!
3. Idiomas en casa
Una de las claves para normalizar el uso de idiomas en el día a día es incorporarlo en casa y dotarle de un uso cotidiano. Por supuesto, si uno de los progenitores es natural de otro país, lo ideal es que este hable a su hijo en su idioma nativo. Sin duda ¡la mejor forma de aprender otra lengua al mejor nivel y uno de los mejores regalos que le puedas hacer a tu hijo!
De no tener esta opción que, como es lógico, es el caso de la mayoría de las familias de nuestro país, que los niños en casa nos vean utilizando el propio idioma que están intentando dominar les motivará muchísimo más que enfrentándose solos. Por supuesto, somos conscientes del poco tiempo del que disponen en ocasiones las familias, y con esto no nos referimos a que aprendáis al 100% el idioma; pero sí es importante hacer un pequeño esfuerzo por recordar palabras, frases o expresiones clave en el idioma objetivo de nuestros hijos que podamos introducir en nuestro día a día. Pequeños gestos tan sencillos como los buenos días, pedir por favor o dar las gracias en otro idioma, aunque no tengan un impacto directo en la evolución del vocabulario, sí que ayudan a que el niño normalice el uso del idioma fuera de las aulas y gane confianza en sí mismo.
Y es que al final, los educadores estamos convencidos de que no hay niño al que «se le den mal los idiomas», simplemente no lo trabajan bajo las técnicas adecuadas. En cuanto descubran lo divertido que puede llegar a ser aprender otras lenguas y las técnicas que realmente les motiven, ¡el resto será mucho más fácil!
Ana Marsá. The English Montessori School
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