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Prohibir lo smartphones no es la solución al uso de las nuevas tecnologías en clase

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¿Hay Que Prohibir Los Smartphones En Clase?

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Las nuevas tecnologías se han integrado en el día a día de todos. En algunos casos su utilización puede ser polémica ya que su uso abusivo puede acarrear problemas que abarcan desde la falta de atención hasta dejar de lado a las personas con las que se comparten momentos. Un ejemplo de la primera consecuencia es la presencia de los smartphones en clase.

Pero, ¿es la solución prohibir el uso de las nuevas tecnologías en clase? ¿O merece más la pena dar las nociones básicas para una utilización correcta? Desde la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado, CEAPA, son partidarios de la segunda opción. Desde este organismo se reconoce que es innegable la presencia de las nuevas tecnologías y que éstas pueden tener muchas ventajas si se saben aprovechar.

Smartphone y clases

Desde CEAPA lo tiene claro, el uso de las nuevas tecnologías puede tener grandes beneficios sobre el desarrollo de los más pequeños. En concreto, esta organización resume su posición sobre los smartphones en los siguientes puntos:

– Prohibir no es la solución. Según CEAPA la prohibición sea la solución; hay que adaptarse al siglo en el que vivimos y no dar la espalda a las nuevas tecnologías que están en el día a día de nuestros hijos e hijas.

– Uso responsable. Debemos educar a los hijos para que hagan un uso responsable de las nuevas tecnologías, en este caso los teléfonos móviles.

– La solución iría encaminada a que sea el consejo escolar de cada centro el que, de manera consensuada, llegue a un acuerdo para delimitar o permitir los momentos y los lugares en los que puede hacerse uso del móvil.

La participación de la familia sin duda es muy importante para este fin y por ello desde CEAPA se aconseja que todos los miembros del hogar se involucren en la educación de los más pequeños por los siguientes motivos

– Incrementar la participación de las familias en los órganos educativos. Porque las familias formamos parte de la comunidad educativa y la formación de nuestros hijos e hijas es la tarea más importante para nosotros tanto dentro como fuera de las aulas.

– Crear una normativa explícita. Que la voz de las familias sea escuchada durante el proceso de creación del Pacto Educativo Nacional. Es urgente crear una normativa explicita donde se recoja la participación real de las familias.

– Devolver a los consejos escolares el poder de decisión, y conseguir que realmente la escuela sea democrática garantizaría el éxito del centro.

Uso correcto de las nuevas tecnologías

Como se ha dicho la necesidad de que la familia se involucre en la educación de los más pequeños es muy importante. Esto pasa por inculcar buenos hábitos en lo que al uso de las nuevas tecnologías se refiere. Desde Pantallas Amigas se ofrecen los siguientes consejos:

– Limitar el uso. La principal labor debe ser el control de la cantidad y momento de uso. En el caso de Internet y los videojuegos, hay que establecer tanto un tiempo límite al día como unas franjas horarias de uso que garanticen el espacio para el encuentro familiar y correctos hábitos saludables.

– Existen programas y servicios que nos ayudan a establecer un control exhaustivo de tiempos de uso de Internet, de tipos de servicios web utilizados y de las páginas web que se pueden visitar (filtros de contenidos).

– Crear un clima de no exclusión y confianza en torno a Internet. Solicitar consejo para a manejar el correo electrónico, y el resto de herramientas es una magnífica excusa para hablar con los niños sobre esos temas.

– Controlar las tecnologías que se les facilita y la forma en la que se hace.

– El ordenador conectado a Internet, en un lugar público de la casa. Esto es fundamental, casi todos los problemas que han tenido lugar se podían haber evitado con esta medida.

– Acompañar y permanecer alerta. Es importante que los más pequeños no usen Internet de manera autónoma. Si disponemos de un programa de filtrado quizás a partir de los 10 años sí es factible el uso sin supervisión estrecha. También debe ser una práctica permanecer alerta si observamos reacciones diferentes tras una sesión en la Red.

Damián Montero

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