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Cómo preparar la entrevista con el profesor-tutor

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Ideas para preparar la entrevista con su tutor

Ideas para preparar la entrevista con su tutor – ISTOCK

La periodicidad de las entrevistas con los profesores varía mucho en función de cada familia. De todas formas, un criterio aproximado podría ser verse a comienzo y final de curso y un par de veces en el intervalo. No hace falta que haya ningún tema preocupante para concertar una entrevista. Es más, cuando todo marcha bien es el momento ideal para hablar de cómo potenciar los puntos fuertes, de los pasos que hay que dar para alcanzar el proyecto educativo, etc.

A lo largo del curso hay que mantener de vez en cuando una entrevista con el profesor-tutor de nuestro hijo. Cuando el hijo es pequeño, un solo profesor tiene suficiente visión de conjunto; pero cuando el hijo es mayor, la labor del profesor-tutor o del profesor encargado resulta fundamental pues consiste en coordinar la tarea de todos los profesores que intervienen en la educación del hijo o hija.

Salvo que alguna cuestión sea especialmente grave, en cuyo caso la entrevista será monográfica, es bueno abordar un abanico amplio de temas: las asignaturas, si es preciso una a una; las metas de carácter, relación con los compañeros y amigos; desarrollo de virtudes tales como el orden, sinceridad, laboriosidad, generosidad, etc. Ordinariamente, deberían ser los padres quien tomaran la iniciativa para concertarla, asistiendo ambos cónyuges. Todos los temas relacionados con la educación de los hijos interesan a ambos.

Preparación previa de la entrevista con el profesor-tutor

Resulta básico que la entrevista esté preparada por ambas partes y que exista una línea de continuidad entre todas las entrevistas. Para ello, se pueden tomar notas (tanto previa como posteriormente a la entrevista), aunque ello dependerá del número de temas tratados, los compromisos adquiridos y la memoria de cada uno.

Por parte del profesor-tutor resulta elemental que hable antes con otros profesores para contrastar opiniones. También debe revisar las últimas calificaciones, memorizar el nombre de pila de la madre y del padre, pensar en las preguntas que quiere hacer a ambos, en los planes de acción que desea sugerirles etc. Cuando el conocimiento de la alumna o del alumno es muy alto quizá no sea preciso tomar notas; en el caso contrario será muy conveniente.

Por parte de los padres debe haber también una preparación previa. No se debe ir a la entrevista con la actitud pasiva de «ver qué me cuentan». Los padres debemos pensar juntos qué posibles temas conviene abordar, en qué campos pedir consejo, contrastar con el tutor si la percepción desde el colegio y la familia coinciden y, en caso negativo, en qué y por qué discrepan. No es infrecuente que el comportamiento difiera entre la casa y el colegio o que en el trato con un profesor se descubra que las versiones sobre un hijo sean diferentes.

¿Qué temas tratar en la entrevista?

Concretando algunos detalles, podemos pensar, como padres o madres, qué puntos se pueden abordar en la entrevista con el profesor-tutor. Estos son algunos:

– Principal punto fuerte y débil del hijo o hija.
– Pedir al profesor-tutor que califique de 0 a 10 su espíritu de trabajo, compañerismo y orden.
– Analizar si en su estudio predomina el razonamiento o el memorismo.
– Pensar algún aspecto del carácter que convenga reforzar.
– Concretar algún detalle de servicio en la familia o con sus amigos.
– Contrastar la opinión con el profesor-tutor sobre el grado de confianza del hijo con vosotros.
– Relación con sus compañeros y trato con los amigos.
– Formación cultural. Lecturas y cine.
– Inquietudes de ayuda a los más necesitados.

Cómo enfocar la entrevista con el profesor-tutor

Cuando los padres estén interesados en algunos datos concretos, vale la pena que avisen previamente al tutor para que éste pueda recabar la información necesaria y así preparar la entrevista. Si los padres vieran que el tutor contesta con frases genéricas, ambiguas o lugares comunes, puede ser oportuno pedirle que consiga la información y nos informe con detalle en la siguiente conversación. Si esto se diera de modo habitual debería pedirse, si es posible, el cambio de tutor o solicitar entrevistas con aquellos profesores del hijo que estén en condiciones de responder.

Por la misma razón que algunos profesores son mejores educadores que otros, también hay unos padres más objetivos que otros. No es infrecuente que el cariño ciegue a un padre o una madre y no admita que se le digan algunas limitaciones del hijo o hija. En esos casos la labor de tutoría se hace difícil y el clima en el que se desenvuelve la entrevista no tiene la armonía que reclama la acción educativa.

José Manuel Mañu. Director de Formación del Colegio Gaztelueta

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