Los cuentos tienen el poder de despertar en sus lectores emociones, sensaciones, recuerdos y deseos. Desde sus primeras páginas, los niños/as empiezan un viaje donde pueden llegar a revivir acontecimientos de su vida cotidiana, momentos agradables y momentos más difíciles, en los que podrían haberse atascado y de los cuales no pudieron o no supieron hablar en su momento.
«Me gustaría saber qué pasa realmente en un libro cuando está cerrado. Naturalmente, dentro hay sólo letras impresas sobre el papel, pero sin embargo algo debe de pasar, porque cuando lo abro aparece de pronto una historia entera. [*] Para vivirlo hay que leerlo, eso está claro. Pero está dentro ya antes. Me gustaría saber de qué modo» [‘Bastián Baltasar Bux’ en La Historia Interminable, Michael Ende, 1979.]
¿Os habéis preguntado alguna vez porque a los niños les encantan los cuentos?
Aprender a disfrutar de tiempo de calidad en familia es uno de los factores imprescindibles para que nuestros hijos y nuestras hijas crezcan emocionalmente sanos, seguros y felices. Y no existe manera más dulce que disfrutar de ese tiempo leyendo juntos un cuento, (o más).
Puede ser antes de ir a la cama o en una tarde de lluvia, vivir de repente una aventura mágica con nuestros/as pequeños/as puede ser un momento íntimo para encontrarse, compartir y reforzar nuestro vínculo afectivo, al mismo tiempo que una gran oportunidad de aprendizaje para todos.
Los cuentos para niños durante la pandemia
Durante los meses de confinamiento, por la pandemia de la Covid-19, los cuentos han sido las herramientas más utilizadas a las que pedir ayuda para encontrar las palabras más adecuadas y explicar a los más pequeños/as la situación tan complicada que hemos tenido que vivir (y que aún estamos viviendo), además de crear un espacio agradable en familia para seguir disfrutando juntos de esa larga e imparable estancia entre las mismas paredes.
Hasta Miguel de Cervantes afirmaba que ‘en algún lugar de un libro hay una frase esperándonos para darle un sentido a la existencia’. Estos pequeños cofres de papel y tinta tienen tantos poderes mágicos que, sin darnos cuenta, intervienen en el aprendizaje y en las vivencias de nuestros hijos/as y en su desarrollo emocional, social y cognitivo. ¡Y los niños lo saben! Por eso les encanta leerlos y escucharlos.
A través de las aventuras de los personajes pueden encontrar herramientas para enfrentarse a sus problemas y averiguar que también sus héroes y sus heroínas pueden tener las mismas dificultades que ellos y sentir enfado, miedo, ilusión, tristeza, sorpresa, frustración, culpa. Los cuentos representan verdaderos laboratorios de educación emocional en los que sus lectores pueden aprender a reconocer, conectar y regular sus propias emociones, gestionando conflictos, aprendiendo habilidades sociales y conociéndose a sí mismos.
Los niños y niñas, desde muy pequeños, desarrollan un pensamiento simbólico que los conduce a asimilar la realidad externa.
A través de una imagen, un objeto o una palabra, son capaces de atribuir significados a su experiencia. En este sentido las historias tienen el poder de construir un puente entre el mundo interior del niño y el mundo real.
Además, si el niño/a conecta con el protagonista y con su aventura, se va involucrando en la historia, formula preguntas e hipótesis, interpreta situaciones y busca respuestas, convirtiendo el cuento en un estímulo para su creatividad, su imaginación y su curiosidad, a la vez que en una potente herramienta para el desarrollo de su pensamiento lógico.
Los cuentos para niños ayudan
Asimismo, fábulas, cuentos y leyendas, tienen el poder de la seguridad. Crean un ambiente cercano y protegido en el que padres e hijos pueden encontrarse y quererse. El momento de antes de acostarse, por ejemplo, leer un cuento ayuda al niño a dejar el dinamismo del día y a prepararse para la noche, momento de descanso a la vez que de oscuridad y posible fuente de angustia. Compartir estas situaciones con nuestros hijos/as, crea un espacio íntimo y de confianza que fortalece el vínculo y favorece la relajación y la seguridad.
Desde siempre, los libros infantiles han sido empleados en ámbito profesional por sus poderes psicoeducativos, reparadores y terapéuticos. En este sentido, Editorial Sentir, entre otras, lleva unos años publicando diferentes colecciones de libros y cuentos infantiles para ayudar a familias y a profesionales, en el ámbito de la salud y de la educación, a prevenir, explicar y trabajar con niños y niñas diferentes temáticas y problemáticas de actualidad.
¿Y qué os parece la idea de inventar una pequeña historia para vuestros/as pequeños/as protagonistas, o porque no, junto a ellos? Es una manera para entretenerse un rato y fortalecer entre otras, la creatividad, la intimidad y el trabajo en equipo.
Francesca Cassisa. Psicoterapeuta Infantojuvenil y de Familia de Psicólogos Pozuelo
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