Muchos puntos influyen en la educación de los más pequeños. No solo los padres hacen que los niños interioricen valores, desde sus amigos en el colegio, pasando por profesores y otro personal de este centro, o películas también tienen su parte en la construcción de la personalidad de los hijos. De hecho, el sector audiovisual juega un papel muy importante en este procedimiento.
En este punto los padres pueden preguntarse qué películas son mejores para construir la personalidad de sus hijos. ¿Con cuáles el niño aprenderá más, cuáles ofrecen las mejores enseñanzas a transmitir? Ahora, un nuevo estudio señala que aquellos largometrajes de animación protagonizados por humanos tienen un mejor éxito a la hora de transmitir valores a los más pequeños.
Importancia de la identificación
El estudio realizado por la Universidad de Toronto congregó a 96 menores de entre 4 y 6 años. Los investigadores se centraron en los productos que consumían los menores: cuentos, películas, series de televisión y si estos eran protagonizados por animales antropomórficos o por seres humanos. Al mismo tiempo, se tuvo en cuenta la actitud de los participantes en claves como la generosidad o el egoísmo.
Aquellos niños que consumieron más productos con animales como protagonistas manifestaban en mayor medida síntomas de egoísmo y una menor empatía, a pesar de que estas películas y cuentas pretendían enseñar estos valores a los pequeños. Por el contrario, los participantes que presenciaron historias protagonizadas por seres humanos, demostraron haber desarrollado una mayor generosidad.
Es decir, aquellos niños que vieron películas y leyeron cuentos protagonizados por seres humanos, demostraron aprender de una forma más rápida los valores que estos productos transmitían. Los investigadores determinaron que esta diferencia no se debía tanto al nivel de cociente intelectual ni a las capacidades lingüísticas, sino más bien a los protagonistas de la historia.
«Al no sentirse identificados con los animales, eran incapaces de trasladar a su vida el comportamiento que veían en el animal antropomórfico«, señalan los autores del estudio, quienes añaden que habitualmente los niños interpretan que un animal no es un humano, por lo tanto no entienden los valores que transmiten como algo que aprender. Por el contrario, ver a un ser humano si hace que el menor vea estos comportamientos como algo que imitar.
El desarrollo de la personalidad
Aunque como se ha dicho, hay muchos elementos exteriores que influyen en la construcción de la personalidad del niño, no se puede negar la influencia de los padres. Estos son algunos consejos para que los progenitores tengan éxito en esta empresa:
1. Aportarle una opinión positiva sobre sí mismo, que propicie interpretaciones y emociones positivas sobre las que sustentar su autoconcepto.
2. Ayudar a que el niño se defina. Para ello, muéstrale se le puede mostrar una fotografía de él, pero sin realizar etiqueta alguna.
3. Proporcionar un ambiente donde el niño se sienta querido y esté cómodo para expresar su propia personalidad.
4. Favorecer un autoconcepto adecuado y el desarrollo de una sana autoestima. Valórale y enséñale a valorarse a sí mismo.
5. Fomentar el desarrollo de las habilidades sociales. Es innegable el papel que juega en el desarrollo del niño su grupo de amigos, al igual que la manera de desenvolverse socialmente, que serán puntos clave a la hora de definirse.
6. Dejar que los niños experimenten y aprendan equivocándose. El desarrollo de la autonomía es otro aspecto crucial para el desarrollo de la identidad.
7. Dejarles un margen de decisión, no siempre elegir por ellos
8. Evitar etiquetas y clasificaciones. Que ellos elijan quienes quieren ser.
Damián Montero
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