Paula Merlán @paulamerlan nació en Vigo, es escritora, maestra de Educación Primaria y Licenciada en Derecho. Actualmente, compagina la docencia con la escritura. Su primer álbum ilustradovio la luz en el año 2012 y desde entonces ha publicado más de cuarenta libros paraniños, algunos de ellos han sido traducidos a varios idiomas como: gallego, catalán,inglés, francés, italiano, coreano, chino, rumano, griego y malgache.
Tiene 61 títulos en el mercado y desde el 2018, su obra ha sido premiada con dos medallas de oro y tres menciones de honor en los International Latino Book Awards en EEUU. Además, obtuvo variosreconocimientos por parte del Bank Street College of Education y la prestigiosa revista School Library Journal de Nueva York.
Acaba de publicar Yo no me chupo el dedo, (Carambuco Ediciones) una historia sencilla, divertida y original sobre algo que preocupa a algunos padres: la tendencia de algunos peques de chuparse el dedo.
Cuentos para superar barreras
Tu recorrido como autora infantil es admirable, ¿cómo comenzaste a hacer realidad tu vocación y cómo ha sido el camino que has tenido que recorrer para llegar hasta aquí?
Todo comenzó dando clases de animación a la lectura. Improvisaba mis propias historias y ahí me animé a escribirlas en papel. La primera de ellas la escribí para mi sobrina Alicia. Luego, mi familia me animó a que la enviase a las editoriales, a presentarme a concursos…. y en 2012 llegó la publicación de mi primer álbum ilustrado: «¡Esto no es una fábrica de sonrisas!».
Además, también compones canciones para acompañar a los niños en la lectura…
Así es, la primera fue para el libro «Troglodita«. Fue muy divertido escribir la letra y componer la melodía junto a mi familia. Luego, vino la canción para el libro de «Asali y la leyenda del baobab» y, por último, la que escribí para «Yo no me chupo el dedo«, a Carambuco le gustó la idea de crear una pequeña canción para este cuento. A los peques les encanta y una vez que la aprenden ya no pueden parar de cantar.
Yo no me chupo el dedo es un título con un doble significado para los adultos y para los niños* ¿qué mensaje has querido transmitir con esta dualidad?
El título «Yo no me chupo el dedo» es original y a la vez divertido. Encajaba perfectamente con la historia y me pareció que podría llamar la atención de peques y mayores, por eso lo escogí. Me gusta que los títulos de mis cuentos produzcan cierta intriga y creen esa necesidad de abrir el libro y ponerse a leer.
Repasando tu obra vemos que tratas algunos problemillas comunes de los niños como morderse las uñas, meterse el dedo en la nariz, hacerse pis en la cama, los dientes que se mueven y no se caen… ¿cómo ayudan tus cuentos a los niños y a sus padres para superar barreras y pasar página?
Algunos de mis cuentos pueden ayudar en ciertos procesos de crecimiento y maduración de los pequeños. Eso no deja de sorprenderme, pues siempre intento que los peques se diviertan a través de temas que les lleguen y les sean cercanos, pero si además es posible colaborar en su desarrollo me parece muy positivo. Es fundamental darles tiempo para adquirir su propia autonomía, todo va llegando en su momento y los personajes de estas historias les ayudan a normalizar situaciones de la vida cotidiana y a madurar con calma y sin agobios.
Pasar tiempo de calidad en familia en los tiempos que corren es cada vez más complicado, ¿cómo tratas este tema en tu libro La familia Uf y qué consejos nos darías para darle en casa la importancia que merece?
Este libro trata de esos momentos frenéticos de nuestra vida en los que andamos a carreras y casi no hay tiempo para respirar, para estar con los nuestros… «La familia Uf» es una reflexión personal que escribí en un momento de estrés, que me hizo pararme a pensar en lo que es realmente importante y lo que nos hace felices. A veces hay que decir:»hasta aquí y ya seguiré mañana».
Desmitificar algunos arquetipos también forma parte del ADN de tu trayectoria editorial como sucede en el libro Ya no soy malo, que pretende acabar con el mito del lobo feroz. ¿Qué opinión tienes de estos personajes negativos en los cuentos y cómo crees que afectan a los niños?
En realidad estos personajes no creo que sean negativos, sin ellos no existirían muchas historias. La cuestión es que pueden despertar en muchos peques emociones que los hacen sentirse incómodos e inseguros. Darle la vuelta a estos personajes me resulta interesante a la vez que necesario. La sociedad avanza y creo que con ello deben evolucionar también los cuentos y sus personajes, por ejemplo hacia la igualdad de género, la empatía, la multiculturalidad…
¿Qué opinas de la polémica sobre cambiar los finales de los cuentos? ¿Qué sucede con El Arreglacuentos?
«El Arreglacuentos» es un mago entrañable que trabaja sin descanso para que los cuentos vuelvan a empezar una y otra vez. Un día algunos personajes le piden que cambie su historia porque están cansados de hacer siempre lo mismo. En ocasiones, los cambios resultan necesarios y debemos adaptarnos a ellos, pues de eso trata este libro, de eso y de echarle un poquito de imaginación a la vida…
El diseño, los colores, la presentación, las caras de los personajes… ¿qué es lo que más te preocupa de la puesta en escena de tus cuentos y cómo lo cuidas?
Me encanta poder seguir el proceso de creación de los personajes de mis cuentos. A veces puedo elegir ilustrador/a y hablamos de todo el proceso creativo, del diseño de personajes, del color, etc. Aunque debo reconocer que también disfruto mucho cuando no recibo el resultado de la maqueta con las ilustraciones hasta que llega el momento de su revisión final. Este es un momento mágico, difícil de describir, ¡hay que vivirlo!
Marisol Nuevo Espín
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