La familia es el primer entorno en el que se desarrollan los niños. Allí aprenden valores y las primeras normas de actuación frente a determinados momentos. Reglas que, por ejemplo, pueden enseñar un buen uso de las nuevas tecnologías. Son muchos los dispositivos que se han instalado en el día a día de los hogares y que ofrecen multitud de posibilidades para hacer más fácil la vida.
Sin embargo, estas pantallas también son la puerta de entrada a ciertos riesgos. Por ello, desde la familia deben transmitirse hábitos tecnológicos que ayuden a que los denominados nativos digitales aprendan a manejar estos dispositivos de manera responsable y segura. Consejos como los que desde la Confederación Española de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos brindan.
Familias y tecnología
En la actualidad se asume con naturalidad que los niños y adolescentes usen la tecnología y estos dispositivos se han convertido en un elemento imprescindible en su desarrollo y progreso. Pero no hay que olvidar el papel que tienen los padres a la hora de promover un uso responsable y saludable de las pantallas. Para evitar las conductas de riesgos deben ponerse unos cimientos marcados por las normas y límites.
Un buen ejemplo son los videojuegos, una referencia en el ocio de los hijos que en los últimos años se han abierto al mundo online. El primer paso es conocer cuáles son los títulos preferidos y cuáles son los más adecuados. Para ello nada mejor que informarse y conocer las edades de referencia y evitar enfrentar a los niños y adolescentes a un producto para el que no están preparados a nivel mental.
También es común en la actualidad la presencia de dispositivos móviles. Desde hace muchos años estas pantallas se han convertido en una herramienta comunicativa muy empleada, en especial por los adolescentes, que ha incrementado su uso tras la incorporación de internet. Conocer los riesgos y las posibilidades de estas tecnologías es primordial antes de aceptar la compra de uno de ellos.
Los padres deben consensuar cuándo es el mejor momento para comprar uno de estos dispositivos. Ellos son quienes conocen mejor a los hijos y si existe la suficiente madurez en ellos para poder usarlo de manera responsable, así como para afrontar lo que supone una vida conectada. En este punto hay que dejar claras ciertas normas y límites sobre la utilización de las pantallas.
Reglas para un buen uso de los móviles
Normas y límites como las que CEAPA recomienda, tanto para padres como para hijos, a la hora de afrontar la llegada de un smartphone a casa:
– Ser un buen ejemplo para los hijos. Si los padres se comportan, los hijos interiorizarán estas normas. Hay que integrar actitudes como por ejemplo no responder a los mensajes de manera compulsiva.
– Observar el buen uso del móvil por pate de los hijos y saber con quién se comunica, qué información comparte y los juegos que su utiliza. No hay que controlar, sino acompañar en esta utilización de las tecnologías.
– Establecer normas y condiciones de uso que dejen a las claras cuándo, cuánto y dónde se pueden utilizar los móviles.
– Educar en el respeto y tolerancia, transmitiendo la importancia de usar las redes sociales con respecto hacia los compañeros y amigos.
– Enseñar a compartir información sin poner en riesgo la privacidad e intimidad, ayudando a decidir cuándo ha que enviar una fotografía o revelar un determinado dato personal, como la dirección.
– Hacerles responsables de su consumo, que siempre tendrá que ser limitado y supervisado por los padres.
– Navegar en internet junto con los hijos y darles orientación sobre las páginas más fiables.
– A la hora de dar el primer smartphone a los niños, hay que configurarlo para que descargas y navegación vayan aparejadas a las cuentas de los padres.
– Dialogar con los hijos, favoreciendo la comunicación positiva y la escucha positiva.
– Educarles en la gestión del ocio y del tiempo libre, fomentando un equilibrio entre las pantallas y todo lo demás.
Damián Montero
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