La psicoterapeuta Paloma Hornos es miembro de la Asociación Nacional de Terapeutas en Técnicas de Libertad Emocional y además cuenta con una amplia experiencia en el mundo educativo, donde ha trabajado directamente con familias, maestros y psicólogos. Acaba de publicar Guía práctica para educar las emociones (Toromítico), una obra para aprender a reconocer y gestionar las emociones a través del juego.
Esta guía nos ayuda a descubrir estrategias a las que puede recurrir el niño siempre que necesite alcanzar un estado de ánimo más sereno. Este equilibrio emocional le permitirá relacionarse con quienes le rodean de una forma más plena y sencilla.
Emociónate con tus emociones
¿En qué consiste gestionar las emociones para los niños, cómo trasladar este concepto de gestión a su realidad infantil?
Gestionar las emociones es un proceso, o incluso podríamos decir un protocolo de 3 pasos: en primer lugar, debemos identificar qué estoy sintiendo, si estoy enfadado, triste, si tengo miedo… En segundo lugar, hay que aceptar lo que siento sin sentirme culpable por ello. ¡Cuántas veces nos sentimos culpables, por ejemplo, de sentirnos solos cuando la realidad es que tenemos muchas personas a nuestro lado! A eso me refiero con esa culpa de sentir lo que siento. Habrá muchas personas a mi lado, pero la realidad es que en estos momentos, por la razón que sea, que no cuestiono, me siento solo y es lícito sentirme así. Y por último, expresar o dar salida a lo que siento de una forma que sea sana tanto para mí como para los demás. Y con sana me refiero a que, por ejemplo, una forma de dar salida a nuestra rabia es agredir o insultar pero… ¿es sano para mí? Es decir ¿me voy a sentir después bien por haberlo hecho, o va a tener consecuencias?: pues no, no ha sido sano para mí, ¿y para los demás? Pues tampoco, porque a quien a quien he insultado o agredido le he hecho sentir mal.Por todo esto, la propuesta de este libro es ofrecer a la comunidad educativa, a profesores y familias, porque todos educamos, herramientas, actividades y juegos que nos permitan ayudar a nuestros hijos y alumnos a esa dar salida a eso que sienten, además, por supuesto de ayudarles a identificarlo.
¿Cuáles son los beneficios que van a notar a corto y medio plazo?
Todo aquel que aprende cómo gestionar sus emociones, que desarrolla su inteligencia emocional se convierte en alguien capaz de entender lo que siente y aceptarse mejor, que maneja mejor sus estados emocionales, que sabe ponerse en el lugar de los demás, que tiene mejores relaciones personales y es más resiliente. Como ves, los beneficios son inmensos y es un paso importante para crear una sociedad más coherente, con todas esas características.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a manejar los celos de sus hermanos?
Los celos infantiles son un sentimiento natural que surge en el niño cuando se siente desplazado, y consiste en un sentimiento de rechazo hacia aquellas personas a quienes más quiere.
Lo que hace difícil lidiar con los celos es el hecho de que se traten de sentimientos tan contradictorios: amor-rechazo.
Podemos ayudarles, en primer lugar, intentando entender qué es lo que provoca sus celos, poniéndonos en su lugar y entendiendo que simplemente se está sintiendo desplazado, indefenso y vulnerable. Una vez identificado, permitirle expresar aquello que siente, ayudándole a encontrar forma de expresarlo, para lo cual en el libro encontrará el lector distintas actividades o juegos.Y cómo no, mantenernos alerta. Si sospechamos que una situación puede desencadenar sus celos hemos de prevenirlo hablando con él o ella, preparándole, explicándoselo y buscando una compensación de esa atención que ahora ha de compartir con otro. Tu hijo o tu hija puede echar de menos tu compañía y tu atención, por lo que compensarle con un regalo no tiene sentido: busca pasar tiempo vosotros dos a solas.
¿Qué hacer cuando sienten envidia o vergüenza?
Todos, adultos y niños sentimos envidia o vergüenza en algún momento de nuestra vida, lo más importante es darnos cuenta que sentirlas y no saber gestionarlas va a influir en las decisiones que tomemos y en la forma que nos comportamos. Antes de que un niño sea capaz de regular o gestionar sus emociones por sí mismo necesita que miles de veces nosotros, sus adultos de referencia, les ayudemos a hacerlo y, precisamente esta es la razón de esta obra: ofrecer a los adultos herramientas para esa labor de acompañamiento. Respecto a qué hacer, el primer paso en estas emociones y en cualquiera es siempre identificar que las estamos sintiendo, para poderlas regular y no terminar diciendo algo que quizá no pensamos o hacer algo que luego podamos lamentar.
¿Qué es un rincón de la calma y cómo crear este espacio para ellos?
El rincón de la calma es un espacio en el que ayudar al niño a recuperar la serenidad, la calma, antes de poder recapacitar sobre lo que ocurrió.En este espacio hemos de generar un ambiente donde el niño o la niña no se sienta juzgado por lo que siente y le permita sentir aquello que siente y reconocerlo como primer para para gestionarlo.Podemos crear ese espacio buscando un rincón tranquilo, por ejemplo en su habitación, en el aula, en el cuarto de juegos a donde pueda retirarse en intimidad.Pondremos a su disposición una butaquita, una alfombra, un cojín para que sea cómodo y elementos que le reconforten y se hagan sentirse confortable: su peluche favorito, un reproductor de música o instrumentos musicales, un frasco de la calma, materiales texturizados, cuentos o lectura con temática emocional que le ayude a reconocer o identificar cómo se siente.No es un castigo ni nada tiene que ver con la antigua «silla de pensar», sino es un lugar al que él se puede retirar cuando siente que necesita un momento para calmar cómo se siente.
¿En qué consiste tu método Looestrés para la gestión del estrés?
Hoy en día no nos resulta fácil dar salida a la presión que acumulamos en nuestro interior y por ello nuestra parte racional sufre y acusa la tensión que viene desde la parte del cerebro que gestiona nuestros estados de alarma y por tanto su expresión: el estrés.El método de LoosEStresS* está diseñado para ayudarnos a liberar de nuestro cuerpo toda la tensión física, permitirnos serenar nuestra mente así como recuperar el equilibrio emocional, de modo que todo nuestro organismo recupere la armonía perdida por efecto del estrés. Fusiona ejercicios para liberar la tensión de nuestro cuerpo con diversas técnicas de relajación y visualización.
¿Qué le dirías a aquellos padres que piensan que antes de enseñar a gestionar las emociones a sus hijos deberían saber gestionarlas ellos mismos?
Pues les diría que están en lo cierto, aunque no me gusta mucho el concepto de «deberían». Nuestros hijos se miran en nosotros para convertirse en adultos y copian nuestras acciones y nuestras actitudes ante la vida y las circunstancias. Lo que viene siendo «predicar con el ejemplo». ¿De qué sirve enseñar a un niño a gestionar sus emociones si lo que ve en mí, su adulto de referencia, es que estallo con facilidad, que pierdo los nervios o sea que no sé regular las mías? Y precisamente desde esa idea nació mi primera obra «Inteligencia Emocional para padres» (Ed. Arcopress), primero hagamos nosotros nuestra parte, para convertirnos en el adulto que queremos que sean nuestros hijos el día de mañana.Nunca es tarde para ponernos a la obra.
¿Crees que la inteligencia emocional es una especie de músculo que hay que entrenar cada día?
La inteligencia emocional es, en realidad, un conjunto de habilidades que nos van a permitir comprender y gestionar nuestras propias emociones para cultivar un estado de calma y equilibro, para comunicarme mejor y para empatizar con quienes nos rodean.La inteligencia emocional se sustenta sobre 5 pilares:La autoconciencia: la habilidad de reconocer y comprender nuestras propias emociones y cómo estas influyen en nuestro comportamiento.La autorregulación. la capacidad para manejar cómo nos sentimos.Y por último, la motivación, la empatía y las habilidades sociales.Como todas las habilidades hay que entrenarlas, de la misma forma que lo hacemos con los músculos, por eso utilizo esa alegoría sobre el músculo.
¿Qué juegos pueden ayudar a los niños a desarrollar la inteligencia emocional en forma de pensamiento positivo, resiliencia…?
Todos los juegos, actividades que propongo en este libro van orientadas precisamente hacia ello, hacia desarrollar la inteligencia emocional y, como hay distintos aspectos en ella, he dividido mis propuestas en varias área, para que al lector le sea más sencillo localizar actividades concretas para trabajar emociones específicas.
¿Cómo podemos asentar las bases de las habilidades emocionales de los niños, qué hacer para construirlas con una base firme?
En realidad… ¿cómo aprende un niño cualquier tipo de habilidad? Lo hace mediante el juego, mediante la práctica, de una forma vivencial y dinámica y, en lo que se refiere a las habilidades emocionales no tiene porqué hacerse de otra forma. Desde esa perspectiva, lúdica e interactiva podemos disfrutar de su crianza y educación, teniendo tiempo de calidad con los pequeños mientas exploramos juntos el apasionante mundo de las emociones. Esa es, precisamente, la propuesta que hago en mi última obra: ofrecer a los adultos hasta 40 actividades y juegos que les van a permitir acompañar a un niño en la apasionante aventura de desarrollar sus habilidades emocionales.
Marisol Nuevo Espín
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