Actualmente, uno de los sectores que más ha evolucionado, cambiado nuestros hábitos y nuestras vidas, son las nuevas tecnologías. Esto se evidencia en cómo, durante los últimos 20 años, hemos cambiado la manera de comprar, de comunicarnos… Incluso de relacionarnos.
Hoy en día, es común pagar con el móvil en un supermercado, conocemos a gente en internet, leemos la carta de los restaurantes escaneando un QR, y tenemos, incluso, más comunicación con nuestros seres queridos a través de videollamadas que en persona, algo que, sin duda, creció notablemente durante el confinamiento y la crisis sanitaria que hemos vivido recientemente.
De hecho, cabe destacar que la pandemia, ha potenciado mucho más el uso de las nuevas tecnologías, volviéndose incluso necesarias durante esos meses de incomunicación con el mundo, permitiéndonos mantener el contacto con la gente que queremos. Pero la tecnología no solo fue esencial para eso, sino que, durante la pandemia, jugó un papel fundamental en la educación.
Gracias a las nuevas tecnologías, los niños de todo el mundo pudieron seguir el curso y sus clases durante el confinamiento, a través de ordenadores y clases online donde profesores, familias y estudiantes, se adaptaron de forma inmediata a esta nueva forma de aprendizaje. Esto, por supuesto, no fue casualidad. El hecho de que las nuevas tecnologías ya jugasen un papel fundamental en las aulas permitió poder adaptarse a esta nueva situación de forma rápida y eficaz.
Las nuevas tecnologías en la educación de los niños
Así pues, la tecnología, sin duda, se ha convertido en una herramienta muy importante para el sector de la educación. De hecho, según el IV Estudio sobre el uso de la tecnología, se ha demostrado que más del 70 por ciento de las aulas utilizan tecnologías en sus clases diarias.
Sin embargo, debemos ser conscientes de que estas oportunidades son un momento de innovación, no de cambio, las tecnologías son una herramienta, jamás una sustitución, para ayudar en una mejor educación, aumentando las oportunidades de desarrollar habilidades, inculcar valores y conocimientos, entre muchos otros beneficios que estas nos aportan. De hecho, las ventajas que presentan las TIC en las aulas no son únicamente las más conocidas como clases online, son muchas más.
En primer lugar, potencian la motivación de los niños y sus ganas de ir al colegio. Ahora bien, ¿por qué ocurre esto? Se debe, a la posibilidad de utilizar elementos interactivos y visuales al mismo tiempo que aprenden. Es decir, para un niño resulta mucho más atractivo y llamativo aprender o leer un libro al mismo tiempo que participa en juego o interactúa con videos, ahí es donde se evidencia, por ejemplo, la innovación que supone la tecnología en este aspecto.
También, estas tecnologías ayudan en el desarrollo de las clases, favoreciendo los trabajos en equipo, por lo tanto, se potencian todas las capacidades que se desarrollan trabajando con compañeros, como es la solidaridad y respeto los unos con los otros, la cooperación y organización por un fin común.
Beneficios de la tecnología para los docentes
Por otro lado, los niños no son los únicos que utilizan tecnologías en su día a día, ya que, en la sociedad actual, las tecnologías forman parte de la vida de todas las personas, tanto adultos como niños, y por lo tanto de los profesores también.
De hecho, los beneficios que aportan estas herramientas a los docentes también son muy significativos. En primer lugar, les facilita una interacción más fluida con los alumnos, proporcionando a los niños mayor comodidad a la hora de expresarse y comunicar; en segundo lugar, les presenta la oportunidad de extraer datos que faciliten la evaluación de los alumnos y les ayuden a adaptar la educación a las necesidades de cada uno, mejorando en su desarrollo profesional y personal.
Otra de las cuestiones más importantes acerca de la tecnología es la necesidad de darle el uso adecuado y saber cómo gestionar estos nuevos recursos en la educación que proporcionamos. Es decir, un correcto uso de herramientas tecnológicas, como pueden ser las tablets o pizarras digitales dentro de las aulas, ayudan de manera beneficiosa en las lecciones, facilitando y mejorando esta educación, sin embargo, una gestión errónea de estas herramientas puede tener consecuencias bastante negativas en el aprendizaje de los niños.
Por lo tanto, lo que está claro es que uno de los principales objetivos de la tecnología educativa es fomentar la buena relación del profesor con su alumno, de manera que el aprendizaje resulte más sencillo y satisfactorio. También, otro de los objetivos de la educación es formar personas que vivan en una sociedad en constante evolución, adaptándose a los posibles cambios, por ello, la tecnología es una herramienta necesaria en las aulas para seguir educando de la mejor manera y que, además, permitirá formar a los niños de hoy para los adultos y profesionales que serán mañana en un mundo laboral donde, sin duda, la tecnología jugará un papel todavía más esencial.
Jorge Calvo Martin. Profesor y Responsable de Innovación y Tecnología en Colegio Europeo de Madrid
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