Hace tiempo que nos preguntamos si es bueno que nuestros hijos tengan un smartphone a una edad temprana. En cualquier caso, ningún adolescente concibe tener un teléfono móvil sin la famosa WhatsApp, la aplicación líder en mensajería instantánea que todo el mundo tiene.
Es bien sabido que la cantidad de mensajes e información que recibimos por la red social WhastApp es abundante. Por eso, su correcta utilización puede resultar difícil para un niño. Nosotros, como padres, debemos aconsejarles y enseñarles a hacer de la aplicación de mensajería más popular un buen uso que no perjudique su educación.
8 consejos para un buen uso del WhatsApp
Como no resulta fácil, te mostramos 8 consejos que te ayudarán a instruir a tus hijos en la utilización de WhatsApp:
1. El grupo de los amigos, sí, pero con medida. Un grupo de WhatsApp puede ser divertido. Ahora bien, la información y los archivos multimedia que pasan de un teléfono a otro pueden ser dañinos. Por eso, es importante enséñales a los niños la diferencia entre la diversión y lo perjudicial. Al mismo tiempo, conviene mostrarles cómo compartir información útil y de calidad.
2. Respeta a los demás y su intimidad. Cuando compartes un contenido, ya no hay vuelta atrás. Es bueno que piensen bien qué distribuir y qué no, para no faltar al respeto del honor o la imagen de otra persona. En el caso del WhatsApp existe el bullying virtual y este es el caso más frecuente, pues es el que menos se puede apreciar públicamente, al contrario de lo que ocurre en Facebook. Al mismo tiempo, que tengan cuidado con lo que cuentan: es probable que en el grupo haya alguien que no sea amigo suyo y no le importe su vida privada.
3. ¿Lo dirías a la cara? Si la respuesta es negativa, no lo escribas ni les des a «enviar». Así, se ahorrarán enfados o discusiones absurdas vía WhatsApp que no llevan a ningún lado. Los adolescentes son impulsivos, y eso les hace vulnerables porque, cuando envías algo, no lo puedes eliminar, y será visto por todos los receptores a los que vaya dirigido el mensaje.
4. Muéstrate inconforme con los malos usos. Enseña a tu hijo a que, si alguno de los miembros del grupo de WhatsApp comparte algún contenido desagradable, inapropiado, de mal gusto o inmoral, manifieste con respeto su disconformidad. No hay que crear la discordia en el chat grupal, sólo mostrarse contrario a ese tipo de mensajes, imágenes o vídeos.
5. Evita comentar rumores. Tanto por privado como por los grupos, la gente comenta rumores que, en muchos casos, no son verdad. Y, aunque lo sean, no es elegante ir hablando mal de alguien. Y menos por escrito, pues las palabras vuelan, pero lo escrito permanece. Además, debe intentar erradicarlos para que no se compartan más, por lo menos en sus círculos de amigos. No se trata de ser el aguafiestas de la pandilla, sino un ejemplo a seguir.
6. Abandona ese grupo. Irse de uno de ellos puede resultar antipático para el resto de participantes del chat. Pero es mejor marcharse que estar recibiendo contenido que luego resulta lamentable para su educación.
7. Apártate del móvil. Es bueno dejar el teléfono en un lugar donde no vayas a estar. Esa dependencia del WhatsApp se reducirá si el niño aprende a no estar siempre pegado al móvil, sin necesidad de estar constantemente desbloqueando el smartphone para comprobar si alguien le ha escrito.
8. WhatsApp no es negativo. Es una aplicación súper útil para comunicarnos con ellos, y que ellos se comuniquen con sus amigos. Con ella, podéis intercambiar información muy buena para ellos, así como vídeos o imágenes entretenidas para que vean lo que es verdaderamente bueno y moral.
Gonzalo Medina
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