Los deberes son clave en el desarrollo académico y personal de los niños: crean hábitos de trabajo, refuerzan los aprendizajes del aula, promueven la autonomía y vinculan a los padres en el proceso educativo de sus hijos. Sin embargo, actualmente, se cuestiona la conveniencia de llevarse tareas escolares a casa y se investiga su eficacia en términos de rendimiento escolar y de aprendizaje.
5 pautas para que los deberes sean útiles
Estas son algunas de las pautas que los profesores deben tener en cuenta para que los deberes consigan mejorar el redimiento escolar de los alumnos y supongan un elemento de aprendizaje:
1. Evitar la repetición. Los deberes no deben ser una repetición de los ejercicios que se hacen en clase, esto provocará que el niño lo vea como una tarea aburrida y no encuentre su utilidad dejando sus deberes sin hacer. Lo más recomendable es que las tareas que se mandan para casa conecten de alguna manera el colegio con la vida cotidiana.
3. Permitir los “aprendizajes invisibles”. Hay aprendizajes que se obtienen en la vida cotidiana. Hacer la compra, por ejemplo, puede ser un aprendizaje invisible en el que, calculando el cambio al comprar, leyendo las etiquetas de lo que se compra, seleccionando este o aquel alimento, el niño adquiere competencias que después va a desarrollar en la escuela.
4. Limitación temporal y adecuación a cada niño. El tiempo de los niños no es ilimitado. Por eso, es importante que los deberes ocupen poco tiempo para que los niños puedan realizar otras actividades. Además, los deberes deben adecuarse a las necesidades de cada alumno para que no estén por encima de lo que ellos son capaces de resolver y acaben siendo los padres quienes hagan sus deberes.
5. Desarrollar tareas concretas. Es necesario que los deberes sean, a veces, tareas concretas. Cuando se trata de aprendizajes que se adquieren con la práctica (leer o sumar), el niño necesita realizarlos una y otra vez hasta convertirlos en un hábito.
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El papel de los padres en los deberes de sus hijos
El papel de los padres no se limita a sentarse a hacer los deberes con su hijo sino que consiste en fomentar un clima adecuado para que el niño desarrolle el hábito de hacerlos. Además, es necesario que los padres demuestren cierto interés por las tareas de su hijo y que le anime a asumir responsabilidades.
La clave es que las tareas del cole no ocupen todo el tiempo familiar.
Es necesario dejar tiempo para que padres e hijos compartan momentos para conversar, realizar tareas domésticas o hacer actividades de ocio. Del mismo modo, es importante que los deberes no sean el origen de un conflicto ya que, en muchas ocasiones, las tareas escolares traen consigo castigos o enfados.
5 errores que se cometen con los deberes
Es frecuente ver que errores como, por ejemplo, un exceso de deberes, convierten las tareas para casa en algo tedioso para los niños. Tanto los profesores como los padres deben tener en cuenta algunos de estos errores para conseguir que los deberes de los niños sean útiles:
1. Falta de coordinación del equipo docente. La falta de coordinación entre los profesores a la hora de mandar deberes se traduce en una acumulación de tareas para los niños. Esto hace que los alumnos, que lo ven como un esfuerzo insalvable, dejen los deberes sin hacer.
2. Elemento de desigualdad entre las familias. Los deberes para casa pueden convertirse en un elemento de desigualdad para las familias. No todas las familias, cada una de ellas con un nivel sociocultural diferente, pueden ayudar a sus hijos, con los deberes, de la misma manera. Habrá algunas familias para las que las tareas escolares sean más complejas y vean cómo, ayudar a sus hijos, se convierte en una dificultad añadida.
3. Enseñanzas mecánicas. La enseñanza mecánica es sinónimo en muchas ocasiones de malos resultados. Cuando los alumnos no aprenden a través de competencias, ni vinculando lo que se le intenta enseñar con la vida cotidiana, el aprendizaje es mucho menos efectivo.
4. Aprender sin el profesor. Hay niños que necesitan una hora para asimilar lo que algunos aprenden en cinco minutos. Sin embargo, continuar con ese aprendizaje en casa no siempre es útil. Si las tareas para casa no puede resolverlas solo, el tiempo que dedica a reforzar conocimientos no le servirá de nada. En cambio, si las tareas las realiza con la ayuda y asesoramiento de un profesor, el aprendizaje será más efectivo.
5. Falta de herramientas. El profesor debe asegurarse siempre de que los alumnos tienen las herramientas suficientes para realizar el ejercicio que ha mandado para casa. Por el contrario, si no están preparados para realizarlo correctamente, les abocará al fracaso y eso les desanimará para tareas futuras.
Patricia Núñez de Arenas
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