Cómo enseñar solidaridad a los niños
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Educar en el valor de la solidaridad a los niños es un objetivo para mantener vivo en casa y con los niños, si podemos durante todo el año. No es difícil adquirir hábitos que ayuden tanto a niños como a mayores a tener muy claros algunos propósitos de solidaridad y aprendizaje constante con estas ideas de actividades solidarias para hacer con los niños.

Educar en valores a los niños es una de las cosas más importantes que pueden hacer los padres por sus hijos cuando son pequeños, y no hay mejor forma de hacerlo que incorporando la solidaridad a sus hábitos del día a día.

Existen muchas maneras de ser solidario con los más necesitados y una de ellas es colaborando con las distintas asociaciones que prestan ayuda a los refugiados, a las personas más desfavorecidas o en riesgo de exclusión social. Pensar en los demás, es una buena opción cuando se pretende ser solidario.

Actividades solidarias para hacer con los niños

Aquí os damos algunas ideas sobre las actividades que podéis hacer con vuestros hijos para enseñarles solidaridad y educar en valores a los niños:

1.   Reutilización de juguetes. Aprovecha las épocas en las que los niños tienen un montón de juguetes nuevos, como los cumpleaños o la Navidad, para hacer sitio y enseñarles a ser solidario. Es un buen momento para invitar a los niños a recopilar los juguetes que ya no usan y donarlos a causas solidarias. Esta es una excusa perfecta para hablar con los niños de las necesidades que tienen otros niños de su misma edad y hacerles ver la suerte que tienen ellos al poder contar con regalos nuevos cada año.

2.   Campañas de recogidas de alimentos. Podéis acudir con vuestros hijos para que se sientan importantes ayudando a los demás donando comida a personas que lo necesitan para enseñar solidaridad. Un buen ejercicio es que imaginen una familia con niños de su edad, piensen qué cosas les gustan a estos niños y les den las que ellos guardan para sí mismos en la cocina. Será bonito ver a los niños desprenderse de sus chuches favoritas para regalárselas a otros niños. Quizá no sea el producto más nutritivo, pero ¿qué mérito tiene dar a otros niños sólo comida que a ellos no les gusta?

3.   Actividades programadas con fines solidarios. Los fines de semana hay oportunidad de acudir a obras de teatro o talleres en las que parte del dinero recaudado está destinado a obras benéficas y a ayudar a los demás. Esto mismo pasa con libros o juguetes, a la hora de comprar alguno podéis escoger el que tenga un fin solidario.

4.   Libros de ONGs. En cuanto a la temática de los libros, una buena idea es buscar temas que les interesen y les muevan interiormente. Hay libros publicados por ONGs relacionadas con enfermedades raras en niños que cuentan maravillosas historias al tiempo que dan a conocer realidades totalmente desconocidas para nuestros hijos. Estas lecturas se salen de los clásicos de siempre, pero enseñan un mensaje nuevo y distinto.

5.  Cuidado de mascotas.  Enseña a los niños las responsabilidades que conlleva tener una mascota, al tiempo que hacéis algo por los animales abandonados. Os animamos a visitar alguna protectora de animales para que los niños puedan pasear o cuidar durante un rato a alguna de las mascotas que se encuentran allí. Algunos de estos centros cuentan con programas de voluntariado que buscan personas que saquen a pasear a los animales los fines de semana. 

6.  Invítales a pensar. Es importante que los niños sepan que hay otras personas que no viven como ellos, que existe la pobreza y que hay que intentar ayudar a esas personas que tienen menos. Y que lo hagan no solo desde una concepción abstracta, sino más cercana. Para ello, podéis hacer uso de los informativos de la televisión, si vuestros hijos tienen suficiente edad para comprender ciertas cosas: en las noticias se muestran diariamente problemas como la pobreza, desastres naturales, etc. Os aninamos a no huir de dar explicaciones y, sobre todo, a invitarles a pensar (cada niño en la medida en que lo permite su edad). Intentad que vuestros hijos desarrollen un pensamiento crítico que les convertirá en adultos responsables.

7.   Da un buen ejemplo. Los niños son como esponjas que absorben todo lo que les rodea, por lo tanto, es bueno que os vean siendo amables con los demás, que recicláis y cuidáis el medio ambiente y que compartís con los demás. Si os ven hacerlo a vosotros, sin duda lo harán. Eso será ya es un valor aprendido.

Diana Martín. Directora de Mamá tiene un plan

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