¿Selectividad o revalida? El próximo mes de junio se celebra la última Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). A partir de esta última edición, las universidades serán quienes decidan los mecanismos por los que un alumno pueda ser obtenido. Además, la Ley Orgánica para la Mejora de la Educación (LOMCE) también trae bajo el brazo las reválidas, exámenes finales que serán la llave para conseguir el título de bachillerato y que suplen a próximamente extinta selectividad. Ahora bien, ¿cuáles son los cambios que dejan paso a la selectividad y que traen consigo las reválidas?
¿Qué es una reválida?
Como ya se ha dicho la reválida tomará el relevo de la selectividad ya que supondrá un formato muy parecido. En un principio se propuso que estos exámenes tuvieran un formato tipo test, pero esta idea fue finalmente desechada ante el rechazo que provocó en las distintas comunidades autónomas. Por ello se espera que esta nueva prueba de acceso a la universidad sea similar en cuanto al tipo de examen.
Ahora bien, con este nuevo formato, cada facultad se asegura el derecho de elaborar su propia prueba de acceso para sus futuros alumnos. Una medida que choca con la intención gubernamental de establecer un distrito único para que todas las universidades establezcan los mismos criterios para la admisión para evitar que un alumno tenga que recorrerse todo el territorio español en busca de un centro que se adapte a sus necesidades.
Sin embargo, volviendo a la reválida, el Gobierno permitirá que cada comunidad autónoma fije las características de esta reválida. De este modo al igual que el sistema de selectividad actual, se encontrarán distintas pruebas en cada región de España. Lo único común en todo el país será que esta prueba será necesaria para conseguir el título de bachillerato y que estos exámenes supondrán un 40% de la nota final mientras que la media de las asignaturas cursadas en bachillerato será el 60% restante.
¿Cómo será la reválida?
A falta de concretar algunos detalles, en principio la LOMCE establece una serie de características comunes en todo el territorio español. Por ejemplo la duración: se estima que la reválida se prolongue durante cuatro días y un máximo de cinco en aquellas comunidades autónomas con lengua cooficial. Las asignaturas que entren en estos exámenes serán ocho y se dividirán en cinco troncales, dos opcionales y una específica que elegirá el alumno.
También se ha establecido un máximo de 15 preguntas por cada examen y que como ya se ha dicho no serán tipo test. El borrador contempla ítems abiertos y semiabiertos además de preguntas de elección múltiple. No obstante será la comunidad quien en última instancia elabore las preguntas a formular y quien redacte el modelo de examen, de este modo la prueba que se celebre en La Rioja podría ser distinta a la de Castilla la Mancha y así en todo el territorio español.
Cada gobierno autónomo también se reserva el derecho de decidir la fecha de celebración de esta reválida. Por otro lado el resultado de los alumnos ser comunicará a cada centro de educación y el tal y como informa Europa Press, estas calificaciones no servirá para la elaboración del ranking de institutos y otros centros docentes
A partir de junio de 2017, con la celebración de la primera reválida, se buscará la homogeneidad. Y es que la primera intención de esta Ley fue precisamente conseguir la igualdad de reválidas en toda España haciendo las mismas preguntas y durante los mismos días en toda la nación. La intención del Gobierno era que los contenidos de los estudiantes de nuestro país fueran los mismos y que de este modo tras la evaluación de agentes externos al centro, se pudiera elaborar un ranking nacional.
Finalmente como se ha comentado en este artículo este punto no se ha logrado y no se sabe hasta qué punto esta homogeneidad tras la primera reválida se podrá comparar con la intención del Gobierno. De momento habrá que esperar hasta 2017 para saber cómo van a ser estas pruebas y comprobar tras su celebración ha cambiado el modelo de selectividad que hasta ahora ha marcado la entrada de los alumnos en las universidades.
Damián Montero
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