Categorías:

Los regalos de Navidad también educan

Tabla de contenidos

Los periodos de vacaciones son ideales para intensificar la educación de los hijos, ya que son épocas en los que los padres conviven más tiempo con ellos. Separados de la rutina diaria, hay que aprovechar para conocerles más a fondo, y sacar partido educativo a estos días. Los regalos dan a los padres una buena oportunidad para empezar con esa labor educativa en Navidad.

Normalmente, los hijos pasan la mayor parte de su tiempo en el colegio. Habitualmente están más de ocho horas diarias fuera de casa y los padres no les ven. E incluso puede suceder que los propios padres lleguen del trabajo más tarde que ellos, incrementándose el tiempo de separación. Y así durante casi nueve meses al año. Pero los padres tienen unos periodos en los que pueden educar de otra manera, distinta a la del resto del año y quizá más efectiva: las vacaciones.

Cómo educar a través de los regalos de Navidad

A su vez, los mismos regalos pueden ser educativos, si sirven para enseñar que hay que contentarse con lo que cada uno tiene. O si les invitas a que ellos también hagan regalos. Así lograrás que no se muestren exigentes ni caprichosos a la hora de pedir regalos, dinero, ropa, etc., tanto en esta Navidad como el resto del curso y el día de mañana. Habrá que corregirles si se sientan delante de la televisión con el constante «me lo pido» en los labios.

Estos son algunos de los consejos que hay que tener en cuenta a la hora de comprarles regalos:

– Evita comprar juguetes muy costosos y complicados. Lo más caro no siempre es lo mejor.

– Evita regalar constantemente y sin motivo. Ahogando a tu hijo con montones de juguetes no fomentas su fantasía ni su creatividad y a veces están tan rodeados de juguetes que se aburren.

– Evita que se deje engañar por la publicidad en la que, por ejemplo, el tamaño de los juguetes es superior y la calidad parece mejor. Se puede solucionar llevando a tu hijo a la tienda de juguetes para comprobar los que merecen o no la pena.

– No al juguete remordimiento: aquel que sustituye el tiempo que no les hemos dedicado.

– No al juguete revancha: aquel que nos hubiera gustado tener a nosotros y no tuvimos.

– Acostumbra a la familia y a los amigos a preguntar qué regalo consideras mejor para tu hijo: así no acabará teniendo juguetes inadecuados a su edad o innecesarios. Lo más práctico sería juntarse varios para regalar algo más costoso pero que le ilusiona más y merece más la pena.

María Lucea
Asesora: María Cervera. Orientadora Familiar. Psicopedagoga

Te puede interesar:

10 planes para frenar el consumismo en Navidad

Otros artículos interesantes