La limpieza es una virtud. La limpieza es higiene y, por consiguiente, uno siempre espera que sea falta de enfermedades. Sin embargo, a veces nos encontramos con que objetos de la vida diaria no están tan limpios como nos gustaría… incluso aunque los limpiemos a diario. Así ocurre con los pupitres de los colegios, que están 400 veces más sucios que los inodoros, por sorprendente que parezca.
La empresa de soluciones higiénicas PHS Serkonten asegura que esto ocurre porque los inodoros se limpian a diario con productos desinfectantes. Es por esto que la compañía sostiene la importancia de la limpieza y el ambiente en los colegios pues, si son adecuados, mejoran el rendimiento de profesores y alumnos.
Un dato llamativo que destaca esta empresa, que ha llevado a cabo un estudio al respecto, es que sólo el 22% de los docentes y estudiantes se lava las manos antes de comer en el centro educativo. Este aspecto, junto a la suciedad que se acumula en los pupitres, «provoca el contagio del 60% de las enfermedades en el entono escolar, sobre todo en niños de tres a seis años», alertan.
Cómo evitar la suciedad en el colegio
En el colegio, los niños juegan con balones, cuerdas de saltar, corren por el patio y a veces se caen o, simplemente, se sientan en el suelo. Es decir, lo raro sería que ellos no se mancharan. El resultado es que esa suciedad se mete en el aula, donde se une a lápices usados con manos sucias, restos de gomas de borrar… y un largo etécera. ¿Cómo evitar la acumulación de suciedad?
Según esta empresa, la solución a la acumulación de suciedad pasa por que los centros tengan productos y materiales con los que combatir el polvo, el desorden y los residuos. Por supuesto, el equipo de limpieza del colegio deberá aplicar productos de limpieza contra los microbios, pero estos deben ser aptos para ese mobiliario. Asimismo, también se aconseja colocar felpudos en lugares estratégicos ya que el 70% de la suciedad en las aulas proviene de las suelas de los zapatos.
¿Y qué pasa con la higiene de los alumnos y sus maestros? En este punto, el consejo es la educación: enseñarles y recordarles que deben lavarse bien las manos, por ejemplo. Así, conviene poner en un lugar visible instrucciones de cómo lavarse bien las manos y asegurar que haya suficiente jabón y toallitas o que los secadores automáticos funcionan adecuadamente.
La limpieza ambiental en los centros educativos
La limpieza ambiental también es importante en los centros educativos, aunque a veces sea la gran olvidada. No en vano, profesores, niños y el resto del personal pasan una media de siete horas cada día entre esas paredes. En este sentido, la empresa asegura que la mala calidad del aire en el interior del centro es responsable de una pérdida media de productividad del 10 por ciento.
¿Cómo mejorar la limpieza ambiental? Las plantas pueden ser aquí la solución pues, tal y como recuerda esta compañía, absorben impurezas y dióxido de carbono y producen oxígeno. No sólo eso, pues las plantas «aumentan los niveles de positividad y reducen la sensación de ansiedad, irritabilidad y estrés».
La iluminación y otros aspectos importantes en la higiene del colegio
La iluminación también es trascendental en el colegio. Por ello, lo mejor es aprovechar la luz natural al máximo y, en aquellas estancias que no tengan, conviene instalar una luz eficiente. Sobre el consumo del agua, la propuesta de esta empresa es que se haga de forma racional mediante cisternas con doble pulsador, grifos auto regulables y fuentes de cerrado automático.
Otro punto interesante que mejoraría la eficiencia energética del colegio: la compañía plantea contar con protocolos ambientales para reducir el uso del papel, reutilizar y reciclar libros o apuntes, además de aprovechar el uso nuevas tecnologías.
Damián Montero
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