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Cómo puede ayudar la música a niños con TDAH

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Eldeseo por descubrir que se lleva a cabo en la infancia, suele ir acompañado de la frase «este niño no para un momento». Esto en principio no tiene por qué representar un problema, ya que suele ser lo natural y lo propio en la primera década de vida de los pequeños, pero ¿cuándo podemos considerarlo excesivo y pensar que pueda tratarse de TDAH? Y, ¿puede la música ayudar a estos niños?

Los niños hiperactivos son un grupo diverso y heterogéneo respecto a los rasgos que puede manifestar cada individuo, siendo difícil a veces su detección y muchas veces se engloban bajo el término de hiperactividad otros desvíos conductuales que no lo son. Es además un grupo amplio, estimándose que entre el 3% y el 5% de los niños lo presentan, de éstos sólo una cuarta parte diagnosticado, siendo mucho más frecuente en los varones que en las mujeres.

Esta atención deficitaria puede venir acompañada de un exceso de motricidad cuyos rasgos más frecuentes son los constantes movimientos de pies y manos, la necesidad de levantarse frecuentemente o hablar continuamente, y de una conducta impulsiva que da lugar a respuestas precipitadas, dificultades en la espera (por ejemplo, guardar el turno), la intromisión en las actividades de los otros, etc.

Es muy frecuente, por tanto, que los niños no diagnosticados presenten bajo rendimiento escolar y obtengan malas notas en el área de comportamiento, lo que les crea baja autoestimaal no comprender qué hacen mal y por qué su esfuerzo no obtiene la recompensa adecuada.

Cómo tratar a un niño con TDAH

Dependiendo de la intensidad del trastorno, hoy en día el tratamiento del TDAH se realiza mediante la acción conjunta de fármacos y métodos de terapia conductuales y cognitivos. Si bien los niños suelen presentar una respuesta rápida ante la medicación, ésta es objeto de controversia por tener que administrarse de forma continuada, que según algunos médicos, sólo debería suministrarse en niños con hiperactividad permanente.

La música y el TDAH en los niños

Hoy en día existen numerosas terapias de diferente naturaleza que pueden ayudar a corregir muchos de los problemas generados por el TDAH, por lo que lo más importante es que el problema pueda ser diagnosticado y tratado a tiempo.

Dentro de las terapias posibles, la música puede ser muy útil para:

– Mejora las relaciones sociales del niño.

– Ayudar a la relajación.

–  Fomentar la creación de esquemas mentales.

– Coordina y armoniza sus movimientos. Aunque presentan una mayor movilidad que otros niños, tienen la motricidad gruesa (se tropiezan o golpean con facilidad) y fina menos precisa. Sin embargo, la música debe ser usada como objeto en sí misma para que ofrezca resultados positivos.

Cómo emplear la música en los niños con TDAH

La extendida costumbre de realizar una actividad con música de fondo para favorecer la relajación se desaconseja en niños hiperactivos debido a que éstos tienen dificultades en saber hacia dónde dirigir su atención y la música actuaría desorientando la focalización.

– Música. En este sentido, es muy eficaz el trabajo de acción relajación musical en el que se alternan periodos cortos de música animada, en la que el niño se mueve y libera su necesidad motriz, con otros de música tranquila en la que, tumbado, debe intentar respirar acompasadamente. En este ejercicio poco a poco se irán incrementando los periodos de reposo con respecto a los de acción para que el niño aprenda a sentir su cuerpo en calma.

Tocar un instrumento. Es muy útil para los niños hiperactivos que se inician con un instrumento no simultanear la técnica del mismo con otras actividades asociadas como la lectura para permitir la focalización en una única actividad.

– El Entrenamiento en Autoinstrucciones, desarrollado por Meichembaun y Goodman. En él, el profesor explica en voz alta cómo se realiza una tarea determinada, modelando de esta forma las instrucciones mentales que el niño posteriormente se dará cuando le toque a él repetir el ejercicio.

La danzaterapia

Para controlar la motilidad, armonizar los movimientos y mejorar el comportamiento social, la «danzaterapia» puede ser de gran ayuda. Con el objetivo de que el pequeño realice trayectorias correctas y bien definidas y no invada las de sus compañeros, se pintan en el suelo los trazos de baile que los participantes deben seguir.

Esta actividad supone además el esfuerzo de tener que mantener la concentración en varios estímulos simultáneos, ya que mientras se realizan las trayectorias, los pasos deben estar rítmicamente acordes con la música.

Fuente: Fundación Excelentia

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