MADRID, 9 Abril
«90% de aprobados en bachillerato». Es una frase habitual en las publicidades de algunos colegios privados de España. El éxito académico se mide en función de los resultados de los alumnos en los exámenes. Por lo tanto, se considera que un profesor, o un centro, es mejor que otro si logra que sus alumnos tengan buenas calificaciones. Pero, ¿quién vigila que esto sea real? ¿Pueden profesores y centros forzar, o trampear, los resultados de sus alumnos para obtener una buena imagen?
Fuente: El Confidencial