El tiempo que los niños y adolescentes dedican a las pantallas de los aparatos electrónicos les afecta en su desempeño escolar. Así lo advierte un nuevo estudio, que asegura que los adolescentes que pasan más tiempo con estos aparatos tienen puntuaciones mucho más bajas que los que dedican el tiempo a otras actividades alejadas de móviles u ordenadores.
Ordenadores, televisión, Smartphone, tabletas… estamos rodeados de nuevas tecnologías y, aunque son muchas sus ventajas y los beneficios y facilidades que transmiten en la vida diaria, sus riesgos no son pocos. Como muestra, esta nueva investigación realizada por expertos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y publicada en la revista International Journal of Behavioral Nutrition and Physical.
Sedentarismo y desempeño escolar
Son muchos los estudios que hablan de los efectos negativos de las pantallas en los niños y adolescentes: les aumenta el insomnio, la hipertensión e incluso los puede volver más violentos en determinados casos. En esta ocasión, este trabajo se centra en un aspecto nuevo: cómo afectan estas nuevas tecnologías al rendimiento escolar, y la conclusión no deja bien paradas a las pantallas.
Precisamente ese era el objetivo del trabajo: como los efectos de las pantallas en la salud física y mental ya se conocían, se quería averiguar su relación con el colegio. El epiemiólogo Kirsten Corder y su equipo de la prestigiosa universidad británica analizaron para ello a un grupo de 845 alumnos de unos 15 años que estudiaban en escuelas de secundaria de Cambridgeshire y Suffolk. Se estudió los niveles de actividad y sedentarismo de estos estudiantes y después se comparó estos datos con sus resultados en el colegio (una información que se sacó del estudio ROOTS).
Actividad durante el tiempo sedentario
De este modo, los investigadores se centraron en qué hacían los alumnos durante el tiempo que estaban sentados. Así, se encontró que de media dedicaban unas cuatro horas al día a ver la televisión, entretenerse con el móvil o jugar con las tabletas u ordenadores, una cifra que dobla a la recomendada por las organizaciones sanitarias para esas edades.
El problema no está en que los adolescentes pasen demasiado tiempo frente a las pantallas, sino en el efecto que esto tiene: «cada hora extra invertida en las pantallas se asoció con 9,3 puntos menos en los logros académicos durante secundaria», afirma Corder, que explica que esto significa que los estudiantes reducen de un notable a un suficiente su nota.
En el lado opuesto se situaban aquellos que en el tiempo sedentario (es decir, sentados) se dedicaban a actividades como la lectura o los deberes y se mantenían alejados de estos aparatos tecnológicos. En este caso los estudiantes consiguieron mejores puntuaciones en los exámenes, alcanzando una media de 23,1 puntos más que el otro grupo.
Importancia del estudio
Aunque este estudio se haya centrado sólo en un área concreta de Reino Unido, sus resultados son importantes para jóvenes (y sus padres) de todo el mundo. «Aunque sólo tomamos medidas a los 10 y a los 16 años, ésta puede ser una instantánea fiable del comportamiento habitual de los menores, por lo que podemos decir que un exceso de pantalla puede afectar al rendimiento escolar«, asegura el investigador.
Con los datos en la mano, este profesor de la Universidad de Cambridge aconseja a los padres que limiten el tiempo que sus hijos dedican a estos dispositivos. Asimismo, anima a crear políticas y diseñar programas «destinados a reducir el tiempo frente a los ordenadores, televisores, teléfonos y tabletas» pues esto, en opinión de los investigadores, «podría tener importantes beneficios para los adolescentes a la hora de mejorar sus calificaciones escolares y también su salud».
Ángela R. Bonachera
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