Tener autoridad sin ser autoritario es el reto de todos los padres en la sociedad moderna. Lejos queda ya la figura del padre autoritario, tan frecuente en la época de los abuelos, y ahora queremos acercarnos al ideal de ser padres con autoridad, que recomiendan psicólogos, profesores y pedagogos, evitando el peligro que tiene hacernos amigos de nuestros hijos.
Y es que, en muchas ocasiones, las rabietas de nuestros hijos nos desbordan y ya no sabemos si los que mandamos en casa somos nosotros o ellos. Existen muchos más derechos que obligaciones para los niños hoy en día, y en nuestras manos está dominar estas situaciones o dejar que nos dominen.
Diferencia entre ser padres autoritarios o padres con autoridad
Todos tenemos claro que no son los niños los que gobiernan en casa y que la autoridad es un derecho que tienen solo los padres. Pero, aunque tengamos derecho a ejercerla, no servirá de nada si no la ejercemos bien.
Cristina Gil Gil, autora del libro La profe responde y maestra desde hace 20 años, recomienda que «los padres no podemos ser amigos-colegas de nuestros hijos. Ese «buen rollito» del que presumen algunos padres, a la hora de la verdad, les cuesta caro a ambos, porque los padres tenemos que ejercer de padres con autoridad y respeto, con mucho cuidado de no caer en el autoritarismo».
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Debemos tener claras dos cosas: que la autoridad nace de un inmenso respeto hacia nuestros hijos, y que los padres formamos un equipo que debe compartir la autoridad. Por eso, no pueden existir diferencias entre el padre y la madre, no puede haber un «poli bueno y un poli malo», porque el niño sabrá a cuál debe obedecer y a cuál puede no hacer caso.
En definitiva, debemos saber qué es lo que queremos pedirle a nuestro hijo, y tenemos que saber dar razones de esa autoridad, dar razones de lo que pedimos. Cristina Gil Gil expone que «no se trata de vencer, sino de convencer. Es la fuerza de la razón la que tiene que vencer, para ser padres con autoridad y no autoritarios.
Qué hacer para ejercer una buena autoridad en casa
– Ser concisos con las órdenes que damos
– Ponerse de acuerdo en las normas y premios
– Dar órdenes sin gritar, tratando que nos entienda.
– No repetir órdenes
– No desprestigiar a nuestro cónyuge
– Tener una razón para darle
– Dar ejemplo
– Avisar de las consecuencias
– Mantenernos firmes
Errores que cometemos los padres al ejercer la autoridad
– Solemos hacer la vista gorda
– Nos ablandamos
– Les exigimos poco
– Les quitamos responsabilidades
– Nos vale con poco en los estudios
– Damos demasiadas órdenes sin saber si se han enterado
– Nuestro cansancio nos hace bajar la guardia
– No somos conscientes de sus puntos fuertes y débiles
Sara Pérez
Asesoramiento: Cristina Gil Gil, maestra y autora del libro La profe responde. Consejos para las inquietudes educativas de los padres.
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