La fábula El oso, la mona y el cerdo enseñará a los más pequeños a fiarse de las opiniones de quien sabe y a no confiar en las opiniones de todos, pues no todo el mundo tiene un criterio válido.
Las fábulas infantiles son cuentos para niños con una lección final que ayuda a educar en valores a tus hijos.
El oso, la mona y el cerdo, una fábula sobre las opiniones ajenas.
Un oso, con que la vida
ganaba un circense,
una no muy bien aprendida
danza ensayaba en dos pies.
Queriendo hacer de persona,
dijo a una mona: «¿Qué tal?».
Era experta la mona,
y le respondió: «Muy mal».
«Yo creo -replicó el oso-,
que me haces poco favor.
Pues, ¿mi estilo no es garboso?
¿No hago el paso con primor?».
Estaba el cerdo presente,
y dijo «¡Bravo! ¡Bien va!
Bailarín más excelente
no se ha visto ni verá».
Y pensó el oso: «Me desaprobaba
la mona y llegué a dudar;
pero ahora que el cerdo me alaba,
es que ¡muy mal debo bailar!»
Moraleja de la fábula El oso, la mona y el cerdo
¿Qué enseña a los niños la fábula infantil de El gusano de seda y la araña? Si el sabio no aprueba algo, malo; y si el necio lo aplaude, ¡peor!