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Niños: ¡educación a la hora de comer!

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Muchos niños protestan porque no les gusta la comida, otros comen mal o, al contrario, se abalanzan sobre el plato cuando tienen hambre. El momento de sentarse en la mesa es terreno para aprender normas de cortesía y educación a la hora de comer.

No todos los niños tienen el mismo apetito, los mismos gustos, ni la misma respuesta ante la comida. Se podría decir que hay un aspecto, el gusto, con el que nacemos y que es lo que nos caracteriza a cada uno. Sin embargo, la comida es un hábito que hay que educar y desarrollar, y el modo en que los niños coman dependerá mucho de cómo se les haya educado.

Hay niños que comen despacio porque son más tranquilos, y lo demuestran en sus actividades diarias. Pero también puede ser que a esos niños se les haya permitido ser lentos y se les haya dado más del tiempo necesario para comer cuando la pauta podría haber sido otra.

Lo mismo puede ocurrir cuando comen poco o no les gusta la comida. Hay que respetar la parte genética, pero tenemos que tener en cuenta que los gustos se pueden desarrollar. Debemos enseñar a los niños a comer y trabajar con ellos unas pautas que les ayuden a que ese hábito sea bueno para que no lleguen a ser niños difíciles o caprichosos para comer, y para que la comida no se convierta en un momento de peleas o de conflictos que cause desesperación a ambas partes.

Consejos enseñar normas de educación a los niños en la mesa

1. El objetivo no tiene que ser exclusivamente que coman. Hay que tener en cuenta que es un acto social que incluye unas normas de comportamiento y ciertos modales y que el modo en que se desarrolle el hábito va a influir en el desarrollo de su carácter. Por eso, es recomendable no obsesionarnos exclusivamente con que coman mucho o todo, sino que coman con educación.

2. Establece un orden y un tiempo para la comida. No se puede pasar al segundo plato sin haber terminado el primero y así sucesivamente. Esto hay que explicarlo muy bien a los niños para que entiendan que, a pesar de que les guste más el postre que el primer o el segundo plato, uno viene detrás de otro y hay que comer de todo. Respetar el orden es importante para que aprendan a respetar futuras normas que se puedan encontrar y les puede influir positivamente para llevar un orden en otras situaciones de sus vidas.



3. El tiempo también es importante. Hay niños que son más rápidos que otros, pero también hay niños que no sienten motivación hacia la comida que no le gusta, pierden el tiempo jugando, imaginando cosas… y no acaban de hacer lo que deben, llegando a eternizar las comidas. Cuanto más tiempo estén delante del plato, más desmotivación van a sentir ellos, y mayor desgaste nos va a suponer a nosotros por la lucha que implica. La comida tiene que tener una hora de comienzo y de final. Aunque ellos sean pequeños y no tengan sentido del tiempo, nosotros tenemos que marcarlo y hacerles ver que esa actividad empieza y termina cuando se lo indicamos los adultos.

4. Inflexibles con el menú. Otra idea clave es que los niños tienen que saber que deben comer lo que haya establecido para ese día. No podemos darles muchas opciones ni convertirnos en un restaurante a la carta. Somos un hogar en el que hay un menú y, nos guste más o menos, debemos saber comerlo. Si el niño no tiene un buen día, tiene menos apetito, le gusta menos o no se encuentra muy bien, automáticamente no tenemos que buscar otras opciones más atractivas con el fin de que coma algo, siempre y cuando estemos seguros que están físicamente bien (para eso tenemos que tener la confirmación del pediatra). En estos casos debemos insistir en que tienen que comer lo que hay. Si les gusta y quieren repetir podrán hacerlo sin ningún problema pero si, por el contrario, les cuesta más porque les gusta menos esa comida, por lo menos, deberán probarla.

5. Para conseguir que se acostumbren a comer todo tipo de alimentos es importante no forzarles demasiado poniéndoles objetivos excesivamente altos. Puede resultar positivo ponerles cantidades pequeñas para que se las coman y se motiven.

6.  Normas de comportamiento en la mesa. Durante las comidas hay que aprovechar, además, para enseñarles normas de comportamiento como pueden ser aprender a utilizar los cubiertos, ser correctos a la hora de masticar, la posición en la mesa, esperar el turno o saber dar las gracias. Tenemos que acostumbrarles desde pequeños a que valoren el trabajo de quien se ha esforzado en realizar la comida.

Conchita Requero
Asesora:  María Campo. Directora Centros Educativos Kimba.

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