¿Ansiedad por matemáticas? ¿Agobio cada vez que el profesor envía un problema nuevo o explica una operación desconocida? Sentimientos muy comunes en los niños pero que no tienen por qué ser negativos, es más, un estudio acaba de demostrar lo contrario: sentir miedo a las matemáticas puede mejorar la capacidad de cálculo. Eso sí, esto ocurre en «condiciones muy concretas».
Según explican en Scientific American, unos investigadores de la Universidad estatal de Ohio, en Estados Unidos, llevaron a cabo un estudio a través del cual examinaron los resultados en matemáticas de más de 260 hermanos gemelos de una media de 12 años.
Estudio con gemelos y matemáticas
Los hermanos estudiados tuvieron que responder a diferentes pruebas pensadas para conocer su «capacidad y motivación para las matemáticas». Asimismo, una segunda parte del estudio encuestó a todos estos niños sobre si tenían miedo a esta asignatura.
Los resultados muestran que los niños que no se sentían motivados para los cálculos y mostraban ansiedad ante las matemáticas sacaban peores notas, pero que aquellos que consideraban la asignatura un reto y tenían miedo de no ser «lo suficientemente buenos» sí mejoraron sus notas.
Ayuda para aprender matemáticas
Así las cosas, lo que este estudio revela es una interesante relación entre el miedo a las matemáticas y la capacidad de cálculo. Una relación que dice que los alumnos con una fobia «moderada» a las matemáticas destacan en los test de cálculo. Estas conclusiones se han confirmado a través de la repetición de las pruebas a 237 estudiantes, llegando a encontrar una relación similar.
Los autores defienden que un «respeto saludable» al cálculo puede beneficiar la capacidad de los niños en las matemáticas siempre y cuando exista una motivación. «Sobre todo en los niños que se sienten muy motivados, una fobia a las matemáticas moderada puede resultar una ayuda para el aprendizaje», señala Stephen Petrill, autor principal del estudio.
Las conclusiones del estudio podrían servir para avanzar en la comprensión de los procesos de aprendizaje de las matemáticas, lo que, a su vez, ayudaría a elaborar programas más adecuados para su enseñanza y mejorar las habilidades matemáticas de los alumnos.
Ángela R. Bonachera
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