Las malas conductas de los niños y niñas pueden convertirse en un problema difícil de manejar. En muchas ocasiones, el mal comportamiento de los pequeños, nos puede llegar a desesperar, y no sabemos qué hacer, tras varios avisos y riñas continúan portándose mal y nada parece funcionar. Cómo manejar el mal comportamiento infantil se convierte en un reto complicado para muchas familias.
El mal comportamiento infantil
El mal comportamiento infantil comienza con un estado emocional o necesidad no cubierta (atención, celos, necesidad de acción, hambre, sueño, aburrimiento, necesidad de reafirmarse, enfado, frustración…), ante las cuales el niño/a responde con una vía de escape que es su conducta.
El malestar emocional y las necesidades son algo que no podemos evitar, pero podemos educar al niño/a para que tenga alternativas de respuesta más positivas. El mal comportamiento infantil ocurre, cuando el pequeño no dispone de otras alternativas de respuesta y de algún modo se han reforzado respuestas no deseadas.
Consejos para manejar el mal comportamiento infantil
– Evita sanciones o castigos y en su lugar aplica consecuencias lógicas a los malos comportamientos.
– Indaga la causa del mal comportamiento y actúa sobre la causa. Por ejemplo si el niño/a se porta mal porque está aburrido, busca opciones para que este entretenido, si necesita atención préstasela cuando se porte bien, etc…
– No pierdas los nervios. Cuando perdemos los nervios creamos más tensión, entramos en una lucha y damos atención a la conducta no deseada.
– Establece normas y limites, claros, concisos y consensuados. Cuando el niño/a sabe lo que se espera de él/ella, cuando sabe lo que puede hacer y lo que no, y conoce las consecuencias de sus actos, aprenderá por sí solo a controlar y manejar su conducta.
– Refuerza positivamente las conductas deseadas. Muchas veces, cuando los niños y niñas se portan bien, como no supone molestia apenas préstamos atención.
– Trabaja su inteligencia emocional. Enséñale a identificar y expresar sus emociones. Enséñale otras conductas alternativas como vía de salida de sus emociones.
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Claves para entender la conducta infantil
La conducta de los niños/as aparece como resultado del proceso de aprendizaje y desarrollo en el que están inmersos. El comportamiento infantil es un conjunto de patrones aprendidos con el fin de dejar salir determinados estados emocionales. Los niños y niñas tienen un temperamento que predispone su conducta y a medida que crecen, aprenden unos u otros patrones específicos según las contingencias externas que reciben.
Al nacer no conocen las reglas y pautas de conducta consideradas adecuadas. Poco a poco ensayan diferentes comportamientos, tomando como referencia los actos que observan a su alrededor. Una vez puesta en marcha una conducta, comprueban los efectos de la misma y tenderán a repetirla o no en función de dichos efectos. Los niños/as generalizan aquellos comportamientos con los que obtienen un resultado, pasando éstos a formar parte de su repertorio habitual.
El mecanismo sería el siguiente:
– Cuando el niño o la niña, experimenta un estado emocional emplea como vía de salida de esa emoción diferentes conductas.
– Escoge las conductas entre aquellas que observa a su alrededor.
– Comprueba los efectos de su conducta.
El mal comportamiento es fruto del proceso de aprendizaje. Entender el porqué de la mala conducta es fundamental para ayudarnos a prevenirlas y manejarlas. La clave para manejar el mal comportamiento infantil está en reforzar las buenas conductas y ofrecerles alternativas de respuesta.
Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga clínica sanitaria, especialista en Pedagogía y Psicología infantojuvenil. Directora de Educa y Aprende. Autora de la colección Estimular los Procesos de lectura y escritura.
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