Los avances tecnológicos están influyendo e incluso cambiando la manera en que las nuevas generaciones leen. Los libros de papel ya no son el único acceso a información y literatura. Hoy en día hay libros electrónicos, ordenadores y móviles.
Si bien la experiencia de tener el peso de un libro en las manos, pasar las páginas, la visión de dibujos en tinta e incluso el olor de las páginas es algo que no se puede reemplazar con un aparato tecnológico, estas nuevas tecnologías son una alternativa válida para promocionar los hábitos de lectura en los niños.
Diferentes estudios han demostrado que los niños de entre 7 y 12 años encuentran motivante y emocionante utilizar libros electrónicos para leer. También encontraron que los adultos prefieren en su mayoría los textos impresos mientras que los niños son más ambivalentes en su preferencia donde la mitad prefería textos escritos y la otra mitad libros electrónicos.
El impacto de los libros electrónicos en la lectura de los niños
Más de un colegio ha estudiado la posibilidad de empezar a utilizar libros electrónicos para remplazar los libros de textos tradicionales ya que son más baratos a la larga, habiendo la necesidad de pagar una vez el aparato versus comprar nuevos libros de textos anualmente. Si bien los libros electrónicos no parecen ser preferidos por profesores ni alumnos, el uso de ordenadores si ha reemplazado en muchas instituciones los texto impresos en muchos países. Por ahora el diseño de los libros electrónicos encuentra su finalidad en lectura por placer y no son funcionales como único apoyo académico.
Debido al atractivo actual que tiene la tecnología como medio de lectura, hay evidencia para afirmar que el uso de estos medios puede ser de gran ayuda para impulsar los hábitos de lectura en los niños. Por otra parte hay estudios que demuestran que el uso de libros electrónicos presenta más ventajas más que portabilidad. Los libros electrónicos proporcionan la posibilidad de buscar el significado de palabras o la pronunciación de las mismas, estimulando así las habilidades lingüísticas de sus usuarios.
Efectos a largo plazo de la lectura para los niños
Si bien el amor por la lectura y los beneficios de la magia de leer se pueden adquirir en la edad adulta, normalmente es el gusto adquirido en la infancia y adolescencia el más fuerte y el que prevalece con los años. En 2012 se publicó un estudio que muestra que tanto los adultos jóvenes como adultos mayores que reportan tener una mayor frecuencia y calidad en hábitos de lectura muestran mayor actividad neuronal al leer y una menor activación al retraer información recientemente leída. Otras pruebas en este mismo estudio demostraron que hay más plasticidad cerebral en cuanto más se promocionan las actividades cognitivas a lo largo de la vida.
La revista «Neurology» publicó un estudio longitudinal donde se midió el efecto de la lectura en su estructura cerebral. Todos los participantes donaron su cerebro al estudio después de fallecer. Se descubrió que aquellos participantes que reportaban mayor estimulación mental a través de la lectura mostraban mejores puntuaciones en baterías cognitivas de memoria y menos signos de enfermedades neurodegenerativas, independientemente del estado anatómico de su cerebro.
Este efecto beneficioso de la lectura se veía incrementado en aquellas personas que declaraban haber tenido buenos hábitos lectores desde la infancia. Como padres tenemos la oportunidad de ayudar a nuestros hijos a bajar la probabilidad de que padezcan signos de demencia. Es bueno saber que siendo adultos aún tenemos oportunidades de mejorar nuestro rendimiento cognitivo, los adultos de este estudio que reportaban empezar a leer y realizar otras actividades cognitivas con el fin de estimular su cerebro una vez siendo adultos, tenían un declive del 32% inferior a aquellos adultos que no realizaban actividades mentales y lectoras más allá de la media.
Si bien hay factores genéticos que influyen en el padecer una enfermedad neurodegenerativa o no, si bien no podemos evitar padecer una enfermedad, el tener buenos hábitos de lectura ayudan a mantener un buen funcionamiento cognitivo. Estimular el cerebro de nuestros hijos a través de la lectura y estimular el nuestro, hace una gran diferencia.
El efecto de la lectura en el cerebro
1. El cerebro humano se puede comparar a una mochila. Todo aquello que entra por los sentidos pasa a formar parte de nuestro ser.
2. La impronta de la lectura. Una vez que un estímulo, una imagen, un sonido o una frase se incorporan a nuestras experiencias, no hay manera de desincorporarlas. Una vez que un libro ha sido leído, no hay manera de olvidarlo.
3. La memoria de los detalles. Aunque conscientemente no recordemos activamente los detalles de todo lo que hemos leído, aquello ha pasado a formar parte de nuestro vocabulario, nuestro mundo y repertorio de posibles comportamientos y pensamientos.
Cuida el contenido de las lecturas de tus hijos
Si bien esto puede ser un aspecto positivo, es una cuchilla de doble filo. Este aspecto tiene un lado negativo al significar que si no cuidamos el contenido de las lecturas de nuestros hijos, podemos estar permitiendo que se expongan a mundos a los que no queremos que pertenezcan. Por este motivo, nunca está de más leer reseñas sobre los libros que introducimos a casa, pedir opiniones a familiares, profesoras, amigos y/o incluso consultar en internet.
Maite Balda Aspiazu. Psicóloga y Máster en Neurociencias Cognitivas
Más información en el libro:
Cómo hacer hijos lectores. Carmen lomas Pastor. Ed. Palabra.
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