MADRID, 27 Abril
Un estudio realizado durante cinco años por Eileen T. Rodríguez, investigadora del Mathematica Policy Research y de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, ha demostrado que las experiencias de aprendizaje en el hogar contribuyen a un mejor desarrollo lingüístico de los niños, y repercuten en la preparación de éstos al comienzo de los años escolares.
Investigaciones previas habían revelado que los niños que viven en ambientes donde los recursos económicos son bajos tienen mayor probabilidad de presentar dificultades de lectura, problemas académicos y deserción escolar. Este déficit podría paliarse gracias a la comunicación entre los progenitores y sus hijos, afirma la investigadora.
Fuente: tendencias21.net