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Aptitudes que se valoran de los niños en clase

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La mayoría de los profesores dividen a sus alumnos en grupos temperamentales basándose en su conducta en clase: movidos, inhibidos, tímidos, extrovertidos, emotivos… Está clasificación que se realiza tras la vuelta al cole les ayuda en su tarea de educar para valorar si tienen una clase fácil o difícil, y así trazar su línea de educación y enseñanza.

Esta pauta de trabajo o línea de enseñanza educativa a depender de si el grupo tiene una mayor o menor capacidad de atención o facilidad para distraerse.

Temperamento es distinto a la capacidad, la motivación y también, a la personalidad. Se trata de las características individuales de cada niño para responder al mundo que le rodea e interactuar con él. Es el «cómo de la conducta». El temperamento contribuye a la singularidad de las personas. Aunque tiene una clara base biológica y genética, influye en el temperamento de cada niño el estilo educativo y el ambiente que haya en el hogar.

Aptitudes que se valoran de los alumnos en clase

–  Temperamento o estilo conductual. Cómo hace qué.
–   Inteligencia. Qué hace.
–   Motivación. Por qué lo hace.
–   Personalidad. Emerge al cabo del tiempo. En cambio, las diferencias individuales del temperamento pueden reconocerse muy pronto.

Grupos de niños en las aulas

Tras la vuelta al cole, muchos profesores dividen a los niños en grupos que muestran patrones temperamentales similares. Así, agrupan a los inhibidos, desinhibidos, seguros de sí, emotivos, impulsivos o reticentes. Los psiquiatras Thomas y Chess, basándose en su experiencia clífnica, describieron en su estudio New York Longitudinal Study tres tipologías primarias de características temperamentales similares:

–   Fácil: los niños fáciles se caracterizan por la regularidad, la adaptabilidad al cambio, la respuesta positiva a la novedad, estado de ánimo positivo e intensidad emocional moderada. Son niños amables, sociables y extrovertidos. No se frustran ni se enfadan con facilidad. Los maestros y compañeros se encuentran a gusto con ellos.

   Difícil: se caracterizan por su irregularidad, estado de ánimo negativo, poca adaptabilidad al cambio, intensidad de reacción y respuesta negativa a la novedad. Muestran reacciones exageradas y se frustran cuando las cosas no se desarrollan a su gusto. A menudo, los maestros les encuentran irritables, pues no se adaptan con facilidad a las reglas de clase; pueden tener problemas con sus compañeros.

–   De reacción lenta: predominan respuestas ligeramente negativas a la novedad y una lenta adaptabilidad al cambio. A menudo, estos niños a los que les cuesta entrar en acción, necesitan un apoyo y una paciencia especial porque tienden a retraerse en vez de participar.

Aprender de distinto modo en el colegio

Hay alumnos que retienen mejor las materias a través de la exploración y otros, mediante la enseñanza directa. Los niños pueden frustrarse o aburrirse porque el estilo docente y las estrategias del profesor no concuerdan con sus necesidades temperamentales.
Los investigadores Martín, Olejnik y Gaddis definieron tres características temperamentales que tienen una influencia importante en el aprendizaje: actividad, facilidad para distraerse y constancia.

–   Actividad. «Vigor motor». Hay niños que no pueden estarse quietos, tienen exceso de energía y dificultades para modular su actividad. En cambio, otros tienen poca energía y prefieren el tiempo de silencio y las actividades sedentarias, a los juegos físicos. La energía motora excesivamente alta o baja influye en el rendimiento.

–   Facilidad para distraerse. Los que se distraen con facilidad tienen problemas para mantenerse centrados en su trabajo, están pendientes de los ruidos y conversaciones. Estos tienen un rendimiento más bajo.

–   Persistencia. El niño que abandona una tarea cuando no puede acabarla rápidamente, que deja de trabajar cuando la tarea es difícil y que parece incapaz de finalizar un trabajo, tiene poca constancia. En cambio, otros manifiestamente constantes, pueden involucrarse tanto en una actividad que no están dispuestos a detenerse o cambiar lo que están haciendo y además, les molesta que les interrumpan.

Teresa Pereda
Asesoramiento: Bárbara K. KEOGH. Psicóloga clínica. Universidad de California (USA). Autora de Temperamento y rendimiento escolar. Editorial Narcea.

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