MADRID, 3 Agosto
Hablar varios idiomas puede influir en el desarrollo emocional de los niños. Al menos eso es lo que afirman los científicos psicológicos de la Universidad de Carolina (Estados Unidos), Stephen Chen y Qing Zhou, y el experto de la Universidad de Bard (Estados Unidos), Morgan Kennedy.
Así, tras una investigación psicología y lingüística, los especialistas han dilucidado que el uso de diferentes lenguas para hablar y expresar emociones en una familia multilingüe «puede desempeñar un papel importante» en el desarrollo de los menores». Por ello, proponen que se utilice más de una lengua a la hora de comunicarse con el niño.
«Estábamos interesados en las posibles implicaciones clínicas y evolutivas de los cambios del lenguaje relacionado con las emociones, en particular en el contexto de la familia», indica Chen para explicar el motivo de la investigación, cuyos resultados han sido publicados en la revista de la Asociación de Ciencia Psicológica de Estados Unidos ‘Perspectivas de la Ciencia Psicológica’.
De esta forma, el estudio asegura que el hecho de que los padres hablen de las emociones a sus hijos «les puede ayudar a regular mejor las suyas propias». En este sentido, los investigadores afirman que el pequeño comprende que sus padres utilizan el idioma nativo o no dependiendo del contexto de la conversación que se está manteniendo.
En referencia a ello, se deduce que la respuesta emocional es mayor al utilizar el padre el idioma materno, mientras que disminuye con la segunda lengua. Además, el primero es utilizado también «para reducir la excitación negativa o para ayudar a una regulación específica», manifiestan.
Por último, los tres científicos aseguran que los resultados de su trabajo pueden ser útiles para el desarrollo de programas de intervención para las familias de inmigrantes. Sin embargo, añaden que su eficacia está demostrada también «en las relaciones conyugales o en el contexto de la terapia y otras intervenciones».