VALENCIA, 30 Abril
La falta de apoyo de los padres en los problemas de disciplina, enseñar a personas que no valoran la educación e impartir clases a grupos con un número elevado de alumnos son, por este orden, tres de los factores potencialmente generadores de estrés que sufren los profesores de Educación Secundaria, según revela un estudio editado por la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT (FETE-UGT).
El informe, titulado ‘Estrés en el sector de la enseñanza secundaria’, se basa en un cuestionario realizado a 1.125 profesores de Secundaria (el 11 por ciento de ellos en la Comunidad Valenciana), así como en entrevistas en profundidad a directores y grupos de discusión.
A partir de las respuestas ofrecidas por los docentes, el informe permite analizar cuáles son las principales «fuentes de tensión» que afectan a este colectivo. Así, entre los factores de estrés de primer nivel –aquellos que son en principio a los que más aluden los trabajadores– figura el de la falta de apoyo de los padres a la hora de impartir disciplina al alumnado.
De hecho, más del 29 por ciento de los profesores que han participado en la encuesta consideran que este problema causa en su vida laboral una «tensión máxima». Sumando a los que creen que esta distancia con las familias perjudica en un nivel medio-alto, el porcentaje alcanzaría el 54,8.
Además, los datos reflejan que las profesoras piensan que éste es un problema fundamental en mayor medida que sus colegas masculinos. También son más sensibles a la cuestión los docentes más jóvenes, los que se sitúan en la franja de edad de entre 20 y 30 años.
En segundo lugar de este ‘ranking’ de razones de estrés figura la sensación de enseñar a personas que no valoran la educación. Casi la mitad de los consultados –un 47,9 por ciento– tiene la impresión de que esto provoca angustia.
Otra causa de ansiedad es dar clase a grupos con una cifra alta de alumnos. En este sentido, el estudio resalta que los resultados se encuentran «polarizados», ya que predominan las contestaciones extremas. De este modo, un 47 por ciento afirma que impartir docencia a muchos jóvenes le genera mucho estrés y, sin embargo, también hay un amplio segmento del profesorado –que llega al 21,87 por ciento– que no ve este factor relevante.
Igualmente, se observa una notable diferencia entre los centros de titularidad pública, en los que el número de estudiantes sí aparece como un motivo de estrés de primer nivel, y los privados-concertados, donde no ocurre, señala el informe.
Esta circunstancia llama la atención en un momento en que el Ministerio de Educación ha propuesto, dentro del plan de medidas d ajuste, la posibilidad de aumentar las ratios –número de alumnos por aula– hasta un 20 por ciento.
PRESENCIAR AGRESIONES
El cuarto factor que más nombran los profesores es presenciar agresiones entre los estudiantes, ya que uno de cada cuatro docentes lo considera un foco de estrés máximo. Le sigue las agresiones verbales por parte de los alumnos, comportamiento que afectaría al 48,6 por ciento de los encuestados.
Finalmente, los profesores se quejan de desconsideraciones del alumnado, que percibe como causa de estrés, según este estudio, el 45 por ciento de los profesionales.