Estimulación para la memoria infantil
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El proceso de aprendizaje es complejo y la memoria interviene como protagonista. Para potenciar la memoria debemos conocer su funcionamiento y usarlo a nuestro favor. Cómo estimular la memoria de los niños tiene truco: hace falta mejorar cómo estudian participando en el aprendizaje y memorizar con técnicas para que estudien manera eficaz y eficiente.

El cerebro está constantemente codificando nuevas memorias y accediendo a recuerdos. Usamos nuestra memoria para realizar actividades como calcular distancias, andar en bicicleta, conversar sobre lo que realizamos el día anterior, al estar expuestos a un escenario nuevo, leer un libro o voluntariamente cuando queremos memorizar algo.

¿Qué es la memoria?

La memoria tiene tres niveles o compartimentos: la memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo.

1.   La memoria sensorial es por donde entran todos los estímulos que nos rodean. Esta memoria se activa de manera inconsciente y puede enviar información directamente a la memoria a corto plazo, donde pasa a ser información consciente, o puede pasar a la memoria a largo plazo donde se mantendría inconsciente.

2.   La memoria a corto plazo es equiparable a aquella información de la cual somos conscientes aquí y ahora. Lo que define qué entra y qué no entra en la memoria a corto plazo es la atención. Todo lo que pasa por la memoria a corto plazo va a nuestra memoria a largo plazo, pero a pesar de ello muchas veces no recordamos cosas que hemos aprendido o leído conscientemente. Esto se puede deber a dos motivos: no haber codificado bien la información o no poder acceder a esta memoria.

3.   La memoria a largo plazo contiene toda la información sobre todos los estímulos a los que estamos expuestos. Está compuesta por todas nuestras memorias, seamos conscientes de ellas o no.

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La memoria y su desarrollo en los cursos escolares

Durante los primeros años de vida escolar, la memoria funciona en una especie de piloto automático donde estos procesos se realizan sin mayor voluntad. A partir de los 6 años de edad, los niños empiezan voluntariamente a querer codificar un recuerdo o acceder a una memoria especifica en términos de estudios.

A partir de los 6 años, el currículo escolar empieza a requerir que los alumnos tengan conocimientos previos de conceptos y eventos para potenciar el aprendizaje. Se empieza a requerir un mayor uso de la memorización para poder seguir avanzando en el aprendizaje escolar.

Así, empieza a hacer falta que poco a poco los niños vayan aprendiendo a codificar memorias de Corto Plazo en la Memoria a Largo Plazo, y que vayan poco a poco aprendiendo a pasar memorias de Largo Plazo a la Memoria de Corto Plazo.

Trucos para potenciar la memoria de los niños

1.   Antes de memorizar algo, hace falta prestar atención. La cantidad y calidad de atención que le dedicamos a un estímulo, determina lo correcta y rápidamente que lo recordamos. Por este motivo, es importante que a la hora de estudiar no haya muchos elementos distractores y ni se intente hacer más de una actividad a la vez. Para lograrlo, es importante que nuestros hijos tengan un espacio específicamente para sus estudios. Este espacio debe ser libre de todo objeto que no sea específicamente relevante a lo que se está estudiando. Un estudio realizado en 2011 publicado por el Dr. Gherri y el Dr. Eimer, encontró que aquellas personas que intentan activamente escuchar música mientras estudian, tardan más en aprender y codifican información muchas veces no relevante, ignorando piezas importantes a aprender.

2.   Para optimizar la memoria, es mejor dividir las sesiones de estudio en temas o unidades en vez de intentar estudiarlo todo de una sola sentada. Si se pretende lograr la retención de información a largo plazo, hace falta dividir los periodos de estudio en espacios de tiempo. La mejor manera de lograr que nuestros hijos recuerden lo estudiado en cada unidad es tener un momento después de cada sesión de estudios para recordar aquello que han estudiado.

3.   Para sacar el máximo rendimiento a la memoria es importante dormir bien. Dormir proporciona una condición óptima para la consolidación de memorias. No solo es un momento en el que hay menos estímulos y el cerebro puede almacenar mejor aquello que se ha estudiado, sino que también es el momento en el que el cerebro integra aquello que se ha estudiado con aquello que se sabe. Mientras dormimos, nuestras memorias se estabilizan en nuestro almacén de memoria a largo plazo. Cuanto más estables sean nuestras memorias, más s fácil es acceder a ellas posteriormente, más fácil va a ser enviarlas del almacén de memoria a largo plazo a la memoria de corto plazo. Asegurándonos que nuestros hijos duerman bien, nos aseguramos que aquello que han estudiado va a ser recordado posteriormente. Por otra parte durante las horas de sueño, nuestro cerebro fortalece aquella información relevante e importante y activamente olvida aquella información irrelevante (Saletin y Walker, 2012).

4.   La memoria se optimiza con la participación activa en el propio aprendizaje. El Dr. Kornell y su equipo de investigadores, realizaron un estudio muy interesante donde demostraron que aquellas personas que participan activamente en lo que aprenden, recuerdan mejor lo aprendido. Es importante saber que aprendizaje y memorización no son lo mismo. El conocimiento no es entregado por el profesor ni los libros,  sino más bien es construido por el alumno. Impulsar a nuestros hijos a pensar más sobre lo que estudian, realizar lecturas complementarias o preguntar sobre lo que no entienden son maneras de potenciar la codificación de memorias así como también el acceso a las mismas.

Maite Balda Aspiazu. Psicóloga y Máster en Neurociencias Cognitivas

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