Los padres tienen una gran influencia en el comportamiento de los hijos e hijas. Los estilos de crianza que llevemos a cabo con nuestros hijos van a influenciar de modo determinante en su desarrollo. Es importante prestar atención a nuestro estilo de crianza y fomentar estilos de crianza positivos que contribuyan a un desarrollo sano. Los estilos de crianza negativos pueden tener consecuencias negativas en el desarrollo de los niños y niñas.
¿Qué son los estilos de crianza?
El doctor John Gottman define los estilos de crianza como «la manera que tienen los progenitores de reaccionar y responder a las emociones de los niños y niñas».
El estilo de crianza es un patrón de actuación que, como progenitores llevamos a cabo, y recoge un conjunto de emociones, pensamientos, conductas y actitudes que los padres y madres desarrollamos en torno a la crianza de los hijos e hijas. Nuestro estilo de crianza está inmerso en un proceso de interacción social y cómo tal va a interferir directamente en la otra persona.
¿Por qué son importantes los estilos de crianza para las familias?
Los estilos de crianza son muy importantes, porque la forma en que los padres interactúan con los hijos e hijas, va a ser la base de su desarrollo social y emocional, y por lo tanto de su bienestar actual y futuro. Los estilos de crianza van a hacer que el niño o niña se sienta de una determinada manera consigo mismo y con los demás, lo cual es fundamental para su desarrollo y también va a determinar las futuras interacciones sociales y relaciones afectivas.
¿Cuáles son los diferentes estilos de crianza?
Los diferentes estilos de crianza se caracterizan por dos factores principales:
1. Sensibilidad e interés. Hace referencia a la sensibilidad que muestran los padres y madres con las emociones de sus hijos e hijas, a la capacidad de entender emocionalmente a nuestros niños y niñas y dar respuesta a sus necesidades. Más que nuestra sensibilidad e interés lo fundamental cómo percibe el niñ@ la sensibilidad y el interés.
2. Exigencia y firmeza. El otro factor determinante para definir los estilos de crianza es el nivel de exigencia y de firmeza de los padres con respecto a sus hij@s, y al igual que ocurre con el factor anterior, como el niñ@ percibe dicha exigencia.
Los estilos de crianza
– Estilo autoritario. El nivel de exigencia y firmeza es muy elevado y en cambio la sensibilidad y el interés percibidos no siempre son positivos. Es un estilo en el que no se deja al niño o niña desarrollar su autonomía y en el que a veces se le exige demasiado.
– Estilo permisivo. El estilo permisivo está en el extremo contrario en cuanto a exigencia y firmeza. Los niveles de exigencia y firmeza son nulos o inexistentes. El niño/a necesita reglas para saber qué es lo que se espera de él o ella. Suelen percibir un nivel adecuado de sensibilidad e interés.
– Estilo negligente. Es un estilo en el que los progenitores no se ocupan de sus hijos. Los niveles de exigencia son bajos y también la sensibilidad.
– Estilo democrático. El estilo democrático, define la actitud que encuentra el término medio entre la exigencia y la sensibilidad.
Estilos de crianza que afectan a los hijos de manera negativa
Los estilos de crianza que afectan de manera negativa al comportamiento de los hijos serían aquellos que tienen consecuencias negativas en el desarrollo del niño o niña.
– Estilo autoritario. La exigencia es demasiado elevada. El niño o niña se siente presionado y no percibe sensibilidad. Puede afectar a su autoestima, y al desarrollo de su autonomía. Un estilo autoritario puede convertir a los hijos en personas dependientes e inseguras.
– Estilo permisivo. La ausencia de exigencias también es contraproducente para su desarrollo. El niño o niña crece sin aprender a tolerar la frustración, pensando que está en el centro de todo, no aceptará críticas y tendrá dificultades para relacionarse de manera sana y en equilibrio.
– Estilo negligente. Es el estilo más negativo de todos, ya que puede desarrollarse las consecuencias negativas de los estilos anteriores.
Un estilo de crianza positivo: el estilo democrático
El estilo de crianza positivo pasa por atender las necesidades emocionales de los niños y niñas y al mismo tiempo emplea una disciplina positiva. Es un estilo que consiste en consensuar de modo democrático las decisiones y las normas para dejar que los niñ@s desarrollen su autonomía y su confianza. No siempre es fácil llevar a cabo un estilo de crianza positivo, el truco esta en buscar el equilibrio.
Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga clínica sanitaria. Especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil. Directora de Educa y Aprende. Autora de la colección Estimular los Procesos de lectura y escritura.
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