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Encargos: claves para asignar tareas a los niños

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Todos los niños necesitan responsabilizarse de algo en su casa para sentir que colaboran. Los encargos son especialmente positvos para los niños porque desarrollan un una buena autoetima y un sentimiento de competencia a través del cual se sienten capaces para llevar a cabo esa labor.

Enseñarles a colaborar a través de los encargos nunca debe ser una imposición, al contrario, se deben plantear como un juego. Al principio, para educar a los niños en el orden con los encargos, el sentido lúdico ayuda a los niños a interesarse por su actividad, pero más adelante deberá entender que es responsabilidad suya, que debe hacerlo también cuando no le apetezca y que siempre tiene un objetivo que es el beneficio a los demás, en este caso, a los demas miembros de la familia.

Para motivar a los niños con los encargos es fundamental felicitarles cuando hagan las cosas bien, ofreciéndoles nuestro reconomiento.

Claves para asignar encargos o tareas a los niños

– Los encargos deben contemplar dos aspectos: que el niño aprenda a ser responsables de sus cosas y también que desarrolle la generosidad.

– Un peligro de los encargos familiares es que cada uno sólo asuma su encargo y no ayude espontáneamente en nada más «porque no es mi encargo». Por tanto, el tener encargos no exime que en casa se viva un clima de generosidad y de ayuda mutua.

– Es preferible utilizar el sistema de encargos, antes que hablar de una colaboración general en la familia, ya que así se distribuye mejor el trabajo. Con los encargos cada uno sabe qué se espera de él.

– Vuestro ejemplo como padres es fundamental. Si nos ven continuamente quejarnos de nuestro trabajo, si protestamos y pasamos factura de cada cosa que hacemos, no le estamos ayudando a desarrollar la responsabilidad.

– No recurras a los castigos cuando no cumpla su encargo. Es mejor apelar a lo afectivo y a su generosidad. A un niño de 1 a 6 años le encanta sentirse mayor y ayudar. Estas son las motivaciones que debemos despertar. Hacerle ver lo contentos que nos ponemos cuando lo cumple, celebrarlo de alguna forma especial, desarrollar la satisfacción por hacer las cosas bien, etc.

Cambia los encargos cada cierto tiempo

Para incentivar la motivación de los niños por sus encargos, conviene respetar su propia iniciativa dándole la posibilidad de elegir sus encargos e incluso la forma y el momento de cumplirlos. No obstante, también con el tiempo deberá aprender a hacer, no sólo lo que le divierte, sino también lo que le cuesta. Mediante el ejemplo, tanto los padres como los hermanos mayores sois los que más fácilmente podéis ayudar al niño a interiorizar que hay cosas que deben hacerse, aunque no resulten agradables.

Variar periódicamente los encargos puede ser también una buena medida, ya que los niños de entre 1 y 6 años precisan de mucha motivación desde fuera. Cambiar los encargos contribuye a que se sientan más motivados y no se cansen. Además, el demostrar que son capaces de hacer cosas diversas aumenta su sentido de la competencia y el sentimiento de “ayuda” y colaboración con los demás.

Éxitos visibles mediante dibujos

Por otro lado, los niños necesitan ver y constatar de forma material las cosas, por eso es importante que, mediante gráficos o dibujos, puedan ver cuáles son sus encargos. Podéis escribirlos vosotros o sentaros una tarde con ellos y llenar un folio con dibujitos suyos que representen los encargos. Además, si lo ponéis a la vista, en el corcho de la cocina, o en la nevera les haréis “sentirse importantes”.

Otro aspecto recomendable es animarles a que sean ellos mismos los que constaten gráficamente cómo lo van consiguiendo. Por ejemplo, cada día que recuerde apagar la luz, subir un peldaño de una escalera; cada día que recoja su cuarto, poner una pegatina, etc. Y, cuando consiga siete pegatinas, podéis organizar una celebración familiar.

Marisol Nuevo Espín

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