La creatividad es esa capacidad original e innovadora que no surge de una deducción matemática o lógica. Es ese chispazo «de calidad». En los niños de entre 6 a 8 años, es algo que ya puede ir educándose y enseñarse, independientemente que nuestros hijos tengan o no este don.
Igual que la inteligencia, la creatividad es un bien repartido entre las personas: todos la poseemos en algún grado. No se trata de un don que esté al alcance sólo de algunos genios o privilegiados. Quizá tengamos un pequeño artista en casa, pero en cualquier caso, si desde edades tempranas les acostumbramos a buscar una cierta originalidad, a esforzarse por no conformarse con las soluciones típicas, no cabe duda de que estaremos proporcionándole una gran ayuda para el futuro. Estaremos dotándoles de una herramienta intelectual que les ayudará a ver retos donde otros no ven más que problemas.
Propuestas abiertas para estimular la creatividad
Los ejercicios para estimular la creatividad de los niños se basan muchas veces en propuestas de carácter abierto, es decir, que exigen multiplicidad de respuestas. Se pide a los chicos que piensen muchas cosas: «¿Para qué puede servir un paraguas?». Las respuestas pueden ser muchas y muy variadas; algunas raras, otras originales. Se puede decir que es el primer paso para desarrollar la creatividad que hay que estimular. ¿El segundo? Respuestas que nos asombran por lo acertado de su relación.
Para potenciar la creatividad de los niños, los padres debemos aceptar las respuestas divergentes y sus preguntas curiosas, valorando la originalidad, estimulando la conciencia crítica, etc, admitiendo sus nuevas ideas sin pretender imponer siempre las nuestras. El resolver de muchas maneras diferentes los problemas, evita la rigidez en el futuro, facilitando el pensamiento productivo frente al reproductivo o repetitivo.
Hay niños que quizá encuentran aburrido dedicarse a tareas demasiado sistemáticas, perfectamente organizadas de antemano, y que en cambio gozan cuando a través de la creatividad realizan otras que pueden manejar a su antojo. A veces, necesitan cierta motivación, que se puede conseguir a través de la competencia con otros hermanos o compañeros.
Rasgos de los niños creativos
– Fluidez verbal, por la que se expresan rápidamente las ideas y las asociaciones.
– Flexibilidad para no obcecarse en un único procedimiento, camino o punto de vista; existen muchas perspectivas.
– Originalidad, que asombra por la novedad de lo propuesto, lo mismo que por su grado de acierto o sutileza.
– Especial sensibilidad, siempre se ve una posibilidad de mejorar; ningún artista «acaba» una obra, sino que en algún momento se ve obligado a abandonarla.
Ejercicios para estimular la creatividad de los niños
1. Elegir colores. Colorear un mismo dibujo de cuatro maneras diferentes. Le dejaremos mucha iniciativa para elegir los colores, para pintar lo que quieran, etc., pero sí estaremos un poco encima para que los pinten muy distintos unos de otros. Luego, le haremos reflexionar para que elija el que le guste más de los cuatro, rodeándolo con un círculo. Es importante que nuestro hijo tome la iniciativa y no que siga lo que le decimos nosotros.
2. Cumplir la regla. Escribir la mayor cantidad posible de palabras que cumplan con las reglas que le demos: que empiecen por «a», como amigo; que terminen con «s», como tijeras, etc. Es un juego muy adecuado para crear competencia entre varios hermanos o compañeros. Para la estimulación del pensamiento creativo, importa tanto la cantidad de respuestas como la calidad de éstas.
3. Combina frases. Hacer frases lo más diferentes posibles, usando, al menos, dos palabras que les demos nosotros. Por ejemplo, con «coche» y «semáforo», pueden hacer: «El coche se paró ante el semáforo», «El coche era verde y el semáforo rojo», etc. Celebremos todas las ocurrencias del niño, por raras que sean. Los ejercicios de respuestas abiertas (sin una solución determinada) favorecen el desarrollo de la imaginación de los niños.
4. Imaginación al poder. Indicar para qué pueden usarse las cosas que le mostramos, pero separándose del uso más corriente. Que invente para qué otras cosas podría usarlo. También podemos ejercitarnos nosotros presentando objetos raros. Por ejemplo, un bolígrafo sirve para escribir, pero también para dirigir una orquesta. Dejaremos volar la imaginación y la creatividad.
5. Respuestas ingeniosas. El niño debe responder a estas preguntas teniendo en cuenta que es importante dar muchas soluciones diferentes y a veces raras. Por ejemplo: «Si en el colegio se quema algo, ¿cómo o con qué apagarías el fuego?». «Si te mandan ir a por el periódico, y no lo encuentras, ¿qué puedes hacer?». «¿Con qué materiales puede fabricarse un edificio?».
6. A disfrazarse tocan. Para desarrollar su creatividad, nada mejor que los disfraces. Podemos organizar un juego en casa entre hermanos o con amigos, en el que los chicos tengan que disfrazarse con lo encuentren más a mano (no hace falta nada espectacular ni especial). Después, haremos un pase de modelos y puntuaremos sus ideas. A veces es más adecuado un simple pañuelo bien colocado que un montón de ropa… Si les cuesta pensar un personaje, podemos proponérselo nosotros.
7. Alto como… Este es otro ejercicio de respuestas abiertas en el que interesa que el niño procure dar cada vez varias soluciones acertadas. Consiste en poner los ejemplos que pide el enunciando. Así: «Alto como…»; «elegante como…»; etc. No importa lo raras que sean las comparaciones. Lo importante es que de muchas respuestas, que no se conforme con dos o tres.
8. Juego de metáforas. Nos vamos a convertir por un tiempo en pequeños poetas del más alto nivel. Se trata de jugar a las metáforas, un paso más que la comparación anterior porque se elimina el «como». Nosotros daremos el término real (avión, burro, etc.) y él tendrá que decirnos otra definición que tenga relación. Puede que digan «pájaro de metal» o cualquier otra. Si es demasiado complicado, vamos a hacer el esfuerzo y crear nosotros las metáforas: los chicos tendrán que decir cuál les gusta más y por qué.
Beatriz Bengoechea. Psicóloga y orientadora familiar
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