¿Qué es lo que hace a un niño inteligente? ¿Hay alguna clave para que una persona sea más lista que otra? Habrá quienes piensen que no porque la inteligencia se relaciona directamente con las características genéticas del niño. También los habrá que opinen que como mucho se podrá variar en función del papel de los padres en la educación de sus hijos y de la manera en la que estos fomenten el desarrollo de la inteligencia de sus hijos, a través de la estimulación y otros aprendizajes.
Sin embargo, Scientific America ofrece una interesante teoría que relaciona el cuidado de los niños con la inteligencia que éstos llegan a desarrollar. Esta publicación asegura que inteligencia y cuidados están directamente relacionados y según esta hipótesis nuestras mayores capacidades intelectuales están vinculadas directamente con otra de las características intrínsecas al ser humano: su mayor indefensión cuando es un bebé.
La explicación evolutiva de la inteligencia
Scientific America remite a la hipótesis que plantea Proceedings of the National Academy of Sciences en uno de sus estudios en el que se remiten a las presiones que ha tenido el ser humano a lo largo de su evolución. En este sentido, los primeros hombres tuvieron que enfrentarse a los problemas de selección tanto para sus cerebros grandes como para la capacidad de caminar erguidos.
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En este punto, los cerebros más grandes precisaron una pelvis más ancha para parir, al mismo tiempo el hecho de ser bípedo limitó el tamaño de esta zona del cuerpo. Estas presiones opuestas pudieron haber supuesto que las hembras parieran antes de tiempo, cuando el cráneo de los bebés aún es pequeño. Es decir, las mujeres daban a luz a niños más indefensos y débiles dado que estos llegaban al mundo antes de que la gestación concluyera.
Es aquí en donde los investigadores de este estudio plantean esta teoría: la mayor demanda de cuidados de estas crías impuso en los padres una nueva presión evolutiva que obligó al ser humano a desarrollar una mayor inteligencia para atender todas estas necesidades que se le planteaban. Esto a su vez hizo que se precisaran de alumbramientos más tempranos, y eso llevó a que los niños nacieran más indefensos, lo que hizo necesaria unas mayores habilidades intelectuales en los adultos.
Una mayor inteligencia se relaciona con bebés indefensos
La teoría que propone este trabajo es clara: una inteligencia superior debería estar asociada con recién nacidos indefensos. Por ello quisieron probar esta hipótesis en otros primates para comprobar hasta qué punto esta máxima se relaciona con otros homínidos.
Para llevar a cabo esta comprobación se fijaron en el destete de las crías de dichas especies.
Los resultados de este trabajo probaron que un destete más tardío era sinónimo de primates que habían demostrado una mayor inteligencia en estudios previos. Este estudio incluso asegura que la indefensión de los recién nacidos era mayor predictor de inteligencia que el tamaño del cerebro. Según los autores tiene mayor importancia cómo se organiza este órgano que el volumen del mismo.
La opinión de otros autores
Como ocurre en toda teoría siempre hay autores que tratan de refutarla. Esta hipótesis no ha sido la excepción y hay varias personas que la encuentran errónea. Es el caso de la antropóloga Dean Falk que mantiene que cuando el ser humano comenzó a ser bípedo esto trajo consigo sistemas motores alterados en el cerebro, lo cual se tradujo en una mayor indefensión de los recién nacidos. Falk asegura que esto se produjo millones de años antes de que nuestra especie desarrollara su mayor inteligencia con lo cual no habría una relación directa entre ambos.
Otra antropóloga como Wenda Trevathan, de la Universidad Estatal de Nuevo México afirma que esta teoría simplifica mucho la complejidad de la evolución humana. Sin embargo esta autora también ha reconocido que las necesidades de una crianza más intensa en recién nacidos más indefensos a largo plazo tuvieron un gran impacto en cómo cambió nuestra especie. Lo cual según Trevathan explicaría en gran medida lo que somos hoy en día.
Damián Montero
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