Los niños pueden encontrarse con numerosos problemas durante su aprendizaje. Uno de ellos es la dislexia, que convierte a la lectura en un verdadero infierno ya que las palabras o letras se desordenan en su mente y ocasionan que no comprendan correctamente el mensaje que les ofrece el texto.
Estos trastornos también pueden afectar a la escritura del mismo modo: desordenando las palabras y haciendo de las frases algo sin sentido. No obstante, la dislexia puede ser corregida con mucho esfuerzo.
¿Qué es la dislexia?
La Asociación Española de Pediatría, AEP, define la dislexia como el trastorno en la lectura o en la escritura que se da de forma reiterada y sin solución con el paso del tiempo. Por su parte, Familia y Salud, apunta a que la comprensión lectora de estos niños es mala y que se trata del trastorno específico del aprendizaje más común entre los alumnos. La AEP afirma que se puede diagnosticar en, al menos, el 5% de la población escolar, lo que quiere decir que en una clase de 25 alumnos, al menos uno de ellos tendría dislexia.
Que un escolar tenga dificultades en la lectura o que realice este ejercicio de forma lenta no ha de preocupar a los padres ya que es algo bastante común en las edades tempranas cuando los niños se empiezan a relacionar con los libros.
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Síntomas de la dislexia
No obstante, ante la aparición de otras señales los padres deberían preocuparse por si se están enfrentando a un caso de dislexia, síntomas como:
1. Cuando escribe invierte letras o números (hace los giros al revés), y continúa haciéndolo un año después de haberlos aprendido.
2. Cambia el orden de las letras, en especial con algunas sílabas (con las letras «l» o «r»), por ejemplo: en lugar de escribir «exclamar» pone «excalmar»
3. Omite alguna letra de la palabra, por ejemplo, en lugar de «árbol», escribe «arbo».
4. Al escribir frases, une algunas palabras. Por ejemplo: «la pelota azul esdeJavier».
5. A la hora de leer repite algunos de estos errores de adición, omisión, inversión.
Familia y Salud añade que la vacilación, rectificación y saltos de línea a la hora de leer es otro síntoma de dislexia. La AEP también apunta a que un antecedente familiar también propicia a que los hijos desarrollen estos trastornos ya que quienes tienen un progenitor disléxico cuentan con aproximadamente un 60% de probabilidades de ser disléxicos también.
¿Cómo puede tratarse la dislexia?
Pese a que la dislexia tiene su origen en una disfunción cerebral, una reeducación ayuda a paliar muchos de los errores cometidos tanto en la lectura como en la escritura. Lo mejor en estos casos es acudir a un especialista para que ayude a los pequeños en este tratamiento: logopedas, psicólogos y pedagogos serán buenos aliados para que los niños hagan frente a la dislexia. Hay casos en los que este trastorno se asocia a otros problemas como el déficit de atención, por lo que en estas ocasiones será necesaria una valoración clínica para arreglar esta cuestión.
Desde casa también se podrá ayudar a los más pequeños. Lo principal en estos casos es hacerles subir la autoestima ya que pueden sentirse menos que el resto, por lo que elogiar sus avances y logros es una buena idea. No es recomendable presionar a los niños en estos casos ya que podemos generar ansiedad en ellos, lo cual se traducirá en avances más lentos.
Juegos que recomienda la AEP para la dislexia
Puede ser bueno buscar videojuegos interactivos que les ayude en la reeducación de la lectura y los ayude a mejorar mientras se divierten. Es también importante ayudarles con los deberes ya que al verse menos capacitados en la escuela sentirán rechazo ante estos ejercicios que les recordarán que tienen este trastorno. Otra forma de reeducar en casa son los juegos en donde los niños tengan que practicar algún sonido y ordenar bien las letras. La AEP recomienda a los padres los siguientes juegos para niños con dislexia:
– El juego «de La Habana ha venido un barco cargado de»* palabras que empiecen por «r»*
– «Veo, veo, ¿qué ves?» un objeto que lleva dos letras «a».
– Realizar conjuntamente sopas de letras.
– Adivinanzas de palabras. Por ejemplo: p_ _ _ _a (pelota).
– Dar palmas por cada palabra hablada.
– Dar palmas por cada sílaba de una palabra.
Damián Montero
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