El método más adecuado para fomentar la autodisciplina en los niños es el método de las consecuencias naturales y lógicas. Básicamente significa que el niño escoge una entre varias alternativas, y experimenta, es decir, siente la consecuencia de su elección.
Consecuencia natural para fomentar la autodisciplina es toda aquella que nos permite aprender lo que va a ocurrir de modo natural si nosotros tenemos determinadas conductas. Por ejemplo, si yo les digo a mis hijos que se tienen que lavar los dientes todos los días porque si no cuando sean grandes van a salirles muchas caries, y van a tener que ir al dentista, el niño preescolar no puede comprender muy bien algo que probablemente va a pasar cuando sea viejo, la elección es obvia.
Hay consecuencias naturales que nosotros no podemos usar en nuestros niños y por eso tenemos que hacer acopio de una consecuencia lógica, de aquí y ahora: «Si quieres estar en el salón, es sin pelota, si no me haces caso te la quito». Eso es decírselo una vez para fomentar la disciplina. Por supuesto que lo primero que va a hacer es seguir jugando a la pelota, porque si es la primera vez que se lo decimos, va a probar hasta dónde llegamos.
Una vez que lo hizo para desafiarnos o francamente tira para romper algo, lo que nosotros hacemos es quitarle la pelota. Como no se la vamos a quitar para siempre, siempre que ponemos el límite le tenemos que dar un término. Así fomentaremos la disciplina en los niños.
Consejos para educar en la autodisciplina a los niños
1. Recuerda que poner límites adecuados no está reñido con el cariño. Debemos ser firmes ante las normas que deben cumplir nuestros hijos por su bien y por el bien de los demás, pero imponerlas con comprensión y amor.
2. Poner límites sin explicar el por qué puede conducir a una rebeldía manifiesta en la adolescencia. A estas edades se callarán, pero después se rebelarán. Por eso, siempre que te diga por qué no puede hacer eso, tienes que explicárselo hasta que él lo asuma.
3. Cuando nuestros hijos nos ponen demasiado nerviosos y ya no sabemos qué hacer, («te he dicho hace una hora que guardes tu ropa»)recuerda que el castigo físico no educa nunca, simplemente alivia una tensión. Si observamos que tenemos ganas de darle una torta, es mejor que le obliguemos a que se encierre en su cuarto y esperar a que los dos, tanto él como tu, estéis más relajados.
4. La falta de respeto y las contestaciones es uno de los límites que siempre debes poner. No se trata de que no soportes que te contradiga. Se trata de que interiorice que debe dirigirse a ti con educación y respeto, que es una consecuencia del amor. Y habla con tu hijo/a de este asunto, y que si no lo cumple, debe retirarse a su cuarto y no salir de él, hasta que no sea capaz de pedirte disculpas y hablarte con respeto ante la misma audiencia (hermanos, personas mayores) ante la cual te faltó el respeto. Después, podéis dialogar de vuestras diferencias.
Ignacio Iturbe
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