Padres y profesores se enfrentan a menudo con niños agresivos sin saber cómo actuar con ellos ni conseguir orientar su conducta y reconducirla. Estos arrebatos de agresividad son un rasgo normal en la infancia, pero algunos niños persisten en la agresividad y se muestran incapaces de dominarse. Por eso, es importante conocer algún consejo frente a la agresividad infantil.
7 consejos frente a la agresividad infantil
1. Establece unas pautas a tu hijo. Tanto antes como después de que tu hijo haya respondido con una conducta agresiva, va a necesitar que tú le des ciertas pautas. Se trata de explicar con claridad a los hijos lo negativo de las conductas violentas para persuadirle de realizarlas y recalcar las consecuencias negativas que éstas provocan en los demás.
2. Enséñale con el ejemplo. Los niños deben encontrar en sus padres un modelo de diálogo en la resolución de las situaciones conflictivas que surgen en el hogar. Teniendo en cuenta que, como hemos señalado anteriormente, los niños aprenden por imitación, el ejemplo que los padres le den a su hijo será decisivo para que el niño, ante un conflicto, sea capaz de rechazar una respuesta basada en la violencia.
3. Ofrécele una alternativa. Enseñarle a no utilizar la violencia sin darle una pauta para enfrentarse a los problemas es un error. Evita que sea un niño consentido. Lo necesario es analizar junto a tu hijo los problemas y las distintas soluciones, ofreciéndole siempre una alternativa real a la mala conducta basada en la agresividad.
4. Evita el contenido violento. La exposición a contenidos violentos aumenta la agresividad en los niños. Por eso, es necesario que los padres les eviten cualquier contenido violento y les ayuden a diferenciar entre la ficción y la realidad para que aprendan a medir las consecuencias de sus actos.
5. Elogia lo positivo. Educar en positivo será beneficioso para él y para los demás niños o hermanos. Cuando un padre reconoce que su hijo ha resuelto un conflicto de manera adecuada, premiándole mediante, por ejemplo, un elogio, no solo le está animando a él a que continúe con ese comportamiento sino que le presenta como ejemplo para el resto de los niños que pueden encontrar en su grupo de iguales un referente de buena conducta.
6. Evita reforzar las conductas agresivas infantiles. Reforzar o premiar el comportamiento negativo de los niños delante de otras personas es perjudicial para ellos. Es una forma de aprobar el comportamiento de tu hijo, haciéndole ver que eso que hace realmente está bien y que podrá volver a repetirlo cuando quiera sin que eso tenga consecuencias negativas.
7. Adopta medidas proporcionadas y cúmplelas. Ante un mal comportamiento, es realmente importante que los padres, además de señalarle al niño lo que ha hecho mal, le impongan una medida proporcionada (castigo) y sean firmes en su cumplimiento. Además, será necesario que el castigo impuesto les ayude a aprender algo acerca del mal realizado y las consecuencias negativas que tiene sobre los demás su mala conducta.
Patricia Núñez de Arenas
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