Categorías:

La conducta de los niños: problemas y trastornos difíciles de gestionar

Tabla de contenidos

Que un niño tenga un trastorno de conducta no significa que tenga un problema de salud mental, sin embargo ambas cosas son difíciles de gestionar. El papel de los padres es fundamental en este sentido y conviene contar siempre con el asesoramiento de un experto.

La calidad de vida de los menores es un factor especialmente influyente. El entorno social en el que los niños se desenvuelven puede ser el punto de partida de un problema de salud mental o un trastorno de conducta. Por eso, debemos tener en cuenta una serie de pautas para reducir la probabilidad de que nuestros hijos padezcan algún trastorno de conducta.

Problemas de conducta y trastornos mentales

«La línea que separa la definición de un problema de conducta y un trastorno mental se encuentra en muchos casos difuminada». Esto sostiene Valentín Martínez Otero, doctor en Psicología y Pedagogía y Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid. Por eso, el experto asegura que es preciso realizar siempre un diagnóstico psicológico con el fin de hacer la intervención necesaria. «Aunque la delimitación de la quiebra mental es difícil, un problema conductual no implica necesariamente enfermedad mental», sostiene Martínez Otero.

Deberemos consultar con un especialista si detectamos en nuestro hijo disfuncionalidades en su desarrollo, problemas de conducta, de los hábitos alimentarios y otros problemas de diversa índole adscritos a los ámbitos cognitivos, sociales o del aparato psicomotor. Para realizar el diagnóstico se requiere:

–   Un informe de los padres y maestros y demás adultos cercanos significativos

–   Un informe de observación elaborado por el especialista, previa entrevista con el niño. En este sentido Martínez Otero recuerda que «cuanto menor es el niño menos capacidad tiene para expresar lo que le sucede y se tienen que hacer pruebas psicológicas para afinar en el esclarecimiento de lo que le sucede».

Artículo relacionado:
Alteraciones de la conducta, ¿cómo detectarlas?

Un 2,2% de los menores declara algún trastorno de conducta

Según la última Encuesta Nacional de la Salud, en España en el 2,2% de los menores declara algún trastorno de conducta y en el 1% de los casos trastornos de salud mental. Según el estudio, ambos tipos de trastornos fueron más frecuentes en los niños de mayor edad. Así, en el grupo de 10 a 14 años, en el 3,4% se declararon trastornos de conducta, y en el 1,9% trastornos mentales.

Del informe de conclusiones destaca también que la tendencia a sufrir alguno de estos problemas es mayor en los niños que en las niñas. Es en ese colectivo, en el de los niños, donde además se observan las diferencias entre la clase social alta y la menos favorecida en lo que a problemas y trastornos de conducta o mentales se refiere. En las clases sociales más bajas, los niños sufren más este tipo de problemas, pero entre las niñas de uno y otro estrato no se atisban diferencias. Del estudio se extrae, en definitiva, que el riesgo de padecer problemas de salud mental o trastornos de conducta se multiplica si el niño padece alguna enfermedad crónica o forma parte de una familia:

–   Monoparental
–   Con reducido nivel de estudios
–   Una familia en la que algún miembro está en paro
–   Tiene hábitos de vida de tipo sedentario y no practica alguna actividad física con frecuencia
–   No acostumbra a desayunar a diario y que consume comida rápida en lugar de frutas y verduras

Los problemas y trastornos de conducta

En línea con estas lides, Valentín Martínez Otero considera que la calidad de vida del niño influye porque todos somos seres biopsicosociales y hay condicionamientos de naturaleza biológica, psicológica y social que afectan de manera ineludible. «Un entorno, en términos psicológicos, «deprivado socioeconómicamente» va a generar en la familia y en el menor un estrés que se puede traducir en problemas psicológicos», dice el experto. Los niños tienen menos recursos psicológico-defensivos, según Martínez Otero y por eso son más vulnerables que el colectivo adulto.  Así las cosas hay que tener en cuenta una serie de consideraciones para hacer que el entorno socioeducativo del pequeño sea el adecuado.

Trastornos de conducta: consejos preventivos para los niños

Con carácter general los consejos pasan por brindar una educación de calidad a todos los niños lo que no depende directamente de los recursos económicos disponibles. Asimismo, como padres, según Martínez Otero, debemos:

–   Atender el plano cognitivo emocional y afectivo
–   El plano físico
–   El plano social y relacional
–   El plano moral
–   Educación integral

Si nuestro hijo no tiene ningún problema de este tipo, hay que tener presente que siempre vale más prevenir que curar. Por eso toda la sociedad debe prestar atención a los menores, en especial los padres y la comunidad educativa en un marco de colaboración y solidaridad con el que lo necesita.

Elisa García
Asesor: Valentín Martínez Otero, doctor en Psicología y Pedagogía y Profesor de la facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid

Te puede interesar:

Los problemas de conducta en los niños

Cuándo es buen momento para ir al psicólogo

– Las emociones negativas en los niños

¿Cómo afrontar los trastornos de conducta en niños y adolescentes?

Otros artículos interesantes