¿Qué vemos los padres cuando tenemos delante un boletín de notas de nuestros hijos? Los padres hemos de tener muy en cuenta que para un profesor es muy difícil, por no decir imposible, condensar en una sola nota -que es la que aparece en el boletín de evaluación– hasta el mínimo detalle del trabajo, de la ilusión y de los buenos propósitos que nuestros hijos derrochan durante un largo trimestre para conseguir buenas notas.
Por este motivo, las calificaciones escolares que nuestros hijos van trayendo a casa SIEMPRE deben convertirse en una ocasión para conversar y analizar con ellos, adaptándonos a su nivel, las razones tanto de sus éxitos como de sus posibles fracasos o malas notas. La actitud de los padres frente a las notas deben tener la finalidad de sacar conclusiones positivas y en cualquier caso seguir hacia delante.
Qué importancia y peso dar a las calificaciones escolares
Primer Ciclo de Educación Primaria
Comprende 1º y 2º, cuando nuestros hijos tienen entre 6 y 8 años, se debe hacer mucho hincapié en lo que llamamos aprendizajes instrumentales, es decir, la lectura, la escritura y el cálculo. Y además respecto a las notas debemos fijarnos en:
1. Mejora diaria. En estos cursos, respecto a las calificaciones escolares debemos centrar nuestra atención en la mejora diaria del trabajo del niño. Conviene felicitarles porque HOY sus deberes están más limpios y mejor presentados que AYER, es decir, debemos alegrarnos con ellos por cada pequeño paso dado en las tareas. También podemos festejar en la cena que se ha aprendido la tabla del 2, o que en la libreta la maestra le ha puesto una buena nota.
2. Motivación para el esfuerzo. Para un niño de esta edad eso es significativo y, por tanto, se convierte en una gran motivación para querer seguir mejorando sus calificaciones escolares. Asimismo, si se ha equivocado en un ejercicio, se lo indicamos en el momento y le animamos a que lo borre y lo intente de nuevo.
Si un día su letra es visiblemente de peor calidad, podemos enseñarle las hojas anteriores donde se esforzó y el resultado fue manifiestamente mejor. Piensa que a estas edades el concepto del tiempo todavía es muy inmaduro, por lo que la repercusión que en nuestros hijos puede tener un boletín de notas que refleja el resultado de algo que hicieron durante tres larguísimos meses es insignificante.
Segundo Ciclo de Educación Primaria
Quiere decir que cursamos 3º ó 4º y que tenemos entre 8 y 10 años. Si todo ha ido como debiera en el ciclo anterior, las destrezas básicas ya están bastante afianzadas, aunque hay que seguir insistiendo. Pero damos un paso más. Es el momento en el que se empieza a desarrollar el pensamiento formal, por tanto, irán adquiriendo más importancia tareas en las que influye el razonamiento. Debemos fijarnos en:
1. Matemáticas y Lengua. Entra con fuerza la resolución de problemas, la comprensión lectora y las ciencias naturales. ¿Por qué estas últimas? Porque a través del estudio de la materia que se denomina Conocimiento del Medio se van trabajando muchas habilidades del pensamiento y desarrollando importantes estrategias de estudio.
2. Mejora trimestral. Así pues, ahora sí que tendrán más peso las calificaciones, nuestro hijo deberá dedicar un mínimo de tiempo al estudio personal y a la memorización y asimilación de contenidos, por lo que la calificación de los exámenes y posteriormente del boletín de notas será importante para él. No perdamos de vista que un buen boletín de notas no refleja exclusivamente la nota de uno o varios controles, seguimos estando en Educación Primaria y por tanto deben seguir teniendo un gran peso en la calificación trimestral el trabajo diario y el progreso del alumno.
Durante este ciclo es vital que vayamos ayudando a nuestros hijos a ganar en autonomía y responsabilidad personal en su trabajo diario. Para un maestro es un verdadero dilema cuando el alumno muy serio y convencido le dice «no llevo los deberes (o el libro, o el babi o el estuche o el equipo de deporte,…) porque a mi madre se le ha olvidado meterlos en la mochila». Y en el mejor de los casos, echándole sentido del humor, el profesor contesta: «¡Pues tenemos un problema, porque tu madre no figura en la lista de 4º de Primaria, así que a ver a quién le pongo el negativo!». Dejemos que hagan las cosas por sí solos, que las buenas notas sean suyas y las malas también. Sólo de esa forma, después, podrán sentir la satisfacción del trabajo bien hecho y la recompensa merecida, o asumir un mal resultado como producto de su falta de esfuerzo personal.
Tercer Ciclo de Educación Primaria
Corresponde a 5º y 6º de Primaria, empezamos con 10 y acabamos con 12 años. Para muchos el momento de la primera efervescencia de la preadolescencia. Es fundamental que les ayudemos a mantener la vista al frente y el horizonte claro.
1. Responsablidad. Son responsables casi exclusivos de los resultados de su trabajo. No les disculpemos con manías de profesores, o con tonterías como «seguro que el compañero de al lado no le deja atender en clase».
2. Coherencia. Si quieren obtener buenos resultados que trabajen todos los días. Y si no los obtienen, analicemos con ellos las posibles causas y busquemos soluciones reales.
El boletín de notas: una segunda lectura
El boletín de notas puede ser para nosotros como padres una herramienta maravillosa para conocer mejor a nuestros hijos. Sus gustos, sus capacidades, sus inquietudes, sus proyectos de futuro. Muchas veces nos planteamos cómo podemos ayudar a nuestros hijos a sacar lo mejor de ellos mismos. No desperdiciemos la información que nos dan las calificaciones escolares.
Si nuestr@ hij@ siempre obtiene excelentes calificaciones en dibujo, seguramente sea un/una apasionad@ de las artes plásticas. Apoyémosle si eso le gusta de verdad para que desarrolle al máximo ese talento, lo mismo si se le dan bien los idiomas, o escribir, o es un hacha en matemáticas.
Educación Primaria: una carrera de fondo
La enseñanza obligatoria en España se extiende desde los 6 a los 16 años. Se divide en dos etapas, a saber, Primaria y Secundaria. La Educación Primaria consta de 6 cursos organizados en 3 ciclos de dos años de duración cada uno. Por su parte, la Educación Secundaria comprende cuatro cursos.
Durante la Educación Primaria nuestros hijos han de aprender fundamentalmente a estudiar y deben adquirir aquellos instrumentos que son imprescindibles para que el día de mañana puedan estudiar cualquier cosa por ellos mismos. Y, estas herramientas mágicas, son fundamentalmente: la lectura, la escritura, el cálculo y la geometría.
Con estos pilares de conocimiento firmemente asentados, con unas adecuadas estrategias de estudio y buenos hábitos de trabajo diario, nuestro hijo se asegura un alto porcentaje de éxito en estudios posteriores. Es también en esta etapa en la que hemos de potenciar en nuestros hijos autonomía y responsabilidad personal, y unas sanas habilidades sociales. Todo ello los convertirá en futuros adolescentes seguros y preparados para alcanzar las metas que se propongan.
María Jesús Sancho. Psicóloga. Máster en Matrimonio y Familia por la Universidad de Navarra
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