La mayoría de los titulares sobre acoso escolar se centran en casos en donde son niños tanto víctimas como verdugos. Pero existen situaciones en donde son los profesores quienes padecen esta violencia, un conflicto en donde es la autoridad que se supone debe acabar con el bullying, quien lo sufre.
Ausencia de autoridad: bullying a profesores
Una de las formas más claras de acoso escolar contra profesores es el caso del alumno que sólo molesta en clase. El que siempre contesta mal e incluso se atreve a insultar al docente sabiendo que como mucho recibirá una visita al despacho del director para justificar su expulsión del centro.
En estos casos lo que se produce es la retirada de la autoridad al profesor, quien dentro del aula no puede hacer realmente nada por evitar esta actitud salvo poner en conocimiento de las autoridades del centro para que valoren un castigo como es la expulsión. El alumno se ve con la capacidad de controlar el aula sabiendo que está por encima del docente.
Estrés en el profesor: casos de acoso
Cierto es que en pocos casos se llega a producir una agresión física hacia el profesor, sin embargo, provocan consecuencias de orden psíquico en su salud. Los docentes que afrontan estos episodios acumulan altos niveles de estrés que causan en ellos una falta de sueño y un estado de tensión constante que les dificulta llevar una vida normal.
En algunos casos esta frustración les lleva a padecer depresión ya que sienten que no son capaces de controlar el aula en donde imparten clase, algo para lo que supuestamente deberían estar preparados. Nada hunde más que sentir el fracaso laboral día a día. Una decepción que nace del sentimiento de ausencia de autoridad dentro del colegio.
Artículo relacionado:
– Equipos de mediación en los institutos: ayuda entre iguales
Responsabilidad de los padres en el bullying
El papel de los padres como primeros educadores es clave para evitar el bullying a profesores. Al igual que en cualquier otro caso de acoso escolar los progenitores deben enseñar a sus hijos a respetar a otras personas, a mantener un buen comportamiento y jamás emplear la violencia, física o verbal, para conquistar sus fines. En el caso de los docentes, es posible que un niño recurra estas actuaciones por sentirse frustrado por el trato hacia él.
En estos casos los padres deben enseñar a sus hijos que hay otras vías para solucionar este asunto mejores que la violencia. El diálogo siempre debe mediar y en primer lugar un alumno que siente un trato malo por parte del profesor, debe en primer lugar hacérselo saber a sus progenitores para que estos lo pongan en conocimiento del centro escolar.
El respeto hacia la autoridad siempre debe estar presente en la educación. Los padres deben hacer entender a los hijos que tienen que seguir unas normas por mucho que esto en algunas ocasiones les impida salirse con la suya. En clase, el que manda es el profesor, y hay que obedecerle si dice que no se come en clase o no se usa el móvil.
Damián Montero
Te puede interesar:
– Ciberbullying, el delito de los menores de edad
– Descubre todo sobre el ciberbullying