La mayoría de los universitarios sueñan con irse de Erasmus. Una experiencia que, si bien muchos coinciden en señalar como ‘vital’ en sus vidas, a muchos padres causa temor. Multitud de dudas aparecen y, sobre todo, miedo a que nuestro hijo se vaya tan lejos y no podamos estar cerca para ayudarle en momentos de necesidad, como un resfriado o hacer gestiones.
Sin embargo, si nuestro hijo tiene la suerte de poder optar a una beca Erasmus y podemos permitírselo, lo mejor es dejarle ir. Los beneficios de esta experiencia internacional en Europa son enormes, y así lo han atestiguado los miles de universitarios que han hecho uso de ella.
Beca Erasmus, una oportunidad de valerse por uno mismo
En España existen multitud de universidades públicas y privadas que, en muchos casos, evitan que nuestros hijos tengan que irse de casa para estudiar una carrera. Incluso, si tienen que marcharse a otra universidad, por lo general nunca estarán tan lejos que no podamos ir a visitarles de vez en cuando. Sin embargo, la beca Erasmus es diferente: nuestro hijo se va al extranjero.
De este modo, el principal beneficio de la Erasmus es que nuestro hijo aprenderá a valerse por sí mismo, sin tenernos a nosotros para ayudarle cuando tenga algún problema. Tendrá que hacer papeleos burocráticos, comprar en el supermercado y viajar, y todo ello en un idioma diferente. Todos los estudiantes que se han ido de Erasmus han valorado éste como el principal beneficio de la beca: se enfrentan al mundo, y sobreviven.
Los idiomas en la Erasmus
Por supuesto, irse a un país extranjero conlleva integrarse en una rutina diaria diferente en la que el idioma suele ser la principal barrera. Así, conocer otras lenguas es el gran reto de la beca Erasmus, pero su principal ventaja: una vez aprendido lo básico, el conocimiento cada vez es más amplio y nuestro hijo dominará la lengua del país al que haya ido.
La cultura europea
Salir de España gracias a la beca Erasmus permitirá conocer otras ciudades y otras culturas que, pese a ser todas europeas y occidentales, difieren mucho de lo que están acostumbrados. La experiencia en sí ya es motivo suficiente para entender la beca Erasmus como una de las grandes oportunidades en la vida de los universitarios. Nuestro hijo tendrá la oportunidad de conocer multitud de formas diferentes de hacer las cosas y descubrirá que no todo es como él creía, algo que, además, le abrirá la mente.
Erasmus y contactos
Además de todo lo anterior, la experiencia Erasmus permite a nuestro hijo conocer a mucha gente: desde los profesores de su nueva universidad hasta sus nuevos compañeros de clase, pasando, por supuesto, por otros Erasmus. Así, quizá su destino se Berlín, en Alemania, pero allí no sólo conocerá a alemanes, sino que tendrá la oportunidad de entablar amistad con franceses, ingleses, polacos o italianos, por ejemplo.
Todo esto, a su vez, amplía más todavía la mente de nuestro hijo. Entenderá que el mundo es enorme y cada persona merece ser respetada. Además, estas amistades suelen crearse con unos vínculos muy fuertes de ayuda mutua (todos está en la misma situación, fuera de sus «zonas de control»), por lo que acabará teniendo amigos y conocidos en gran parte del mundo.
La influencia de la Erasmus para encontrar trabajo
Las experiencias Erasmus suelen estar muy bien valoradas por las empresas cuando buscan a nuevos empleados ya que entienden que los candidatos que han vivido fuera han conocido diferentes formas de llevar a cabo su trabajo y tienen una mente abierta y con gran conocimiento del mundo.
Muchos expertos, de hecho, señalan que una experiencia Erasmus es un elemento diferenciador muy importante a la hora de encontrar trabajo porque implica que el candidato es capaz de adaptarse a otro país, cultura y forma de organización. Además, el estudiante Erasmus suele tener contactos en otras partes del mundo, lo que también está muy valorado.
Eso sí, lo mejor es que el destino al que se haya ido de Erasmus esté relacionado con la carrera que nuestro hijo está estudiando y le haya proporcionado crecimiento profesional: en muchas entrevistas se pregunta a los candidatos sobre sus experiencias Erasmus, dónde estuvieron, qué hicieron, por qué decidieron ir allí y qué fue lo que aprendieron.
Ángela R. Bonachera
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