Cuando los niños son pequeños, sobre todo, antes de los 6 años, la amabilidad se logra mediante la repetición de actos porque no tienen capacidad para comprender las razones profundas de la educación y las buenas costumbres; cuando tengan el hábito será más fácil. Precisamente, aprender a dar las gracias se consigue mediante la repetición de actos de amabilidad en múltiples ocasiones de la vida cotidiana de los niños.
Y es que da gusto ver a los padres a punto de estallar de gozo cuando su pequeño, al darle en la pastelería un caramelo, suelta de manera espontánea y divertida: «¡Gracias, señora!». Las viejas formas no están pasadas de moda y aún pueden recuperarse palabras como «por favor» y «gracias». Desde pequeños, podemos enseñar a nuestros hijos a mostrarse con amabilidad.
Amabilidad en acción: 30 ideas para aprender a dar las gracias
Estas son algunas situaciones que, seguro se van a repetir varias veces en la vida de vuestros hijos y en vuestro día a día familiar, te pueden ayudar a enseñar amabilidad a tus hijos y así aprender a dar las gracias.
1. Enseñarle a guardar el turno en la cola del autobús o pedir la vez en el supermercado.
2. Si está sentado en el autobús o metro que busque si alguna persona mayor se encuentra de pie.
3. Que guarde un caramelo para el hermanito o para los padres, cuando le den varios.
4. Cuando vayamos de visita que sea él quien se presente por el telefonillo.
5. Que den un beso a papá y mamá por las noches al acostarse, deseándoles las buenas noches.
6. Que hagan un dibujo para felicitar el santo, el cumpleaños, el aniversario de papá, mamá o de algún familiar o amigo.
7. Enseñarle a elegir la pieza de fruta más pequeña, para dejar la otra a un hermano o a papá y mamá.
8. Recoge con él algún papel del suelo, aunque no lo hayáis tirado vosotros.
9. Pídele ayuda alguna vez diciéndole: «Si quieres, puedes ayudarme a…», dejándole la oportunidad de no hacerlo.
10. Que pida él las entradas del cine.
11. Déjale que entre él a la tienda del pan para hacer el recado, mientras esperas tú fuera.
12. Que invite a algún amigo o primo a ver un vídeo y le deje elegir a él.
13. Darle a él el dinero para echar en el cepillo.
14. Que se cambie el encargo con un hermano o hermana.
15. Jugar con él al niño invisible: cuando se porte mal jugar a que no le vemos.
16. Que lleve parte de la compra a casa.
17. Que sea él quien llame para invitar a los tíos a su cumpleaños.
18. Salir a cenar algún día con los hijos para poner en práctica los buenos modales y la amabilidad en un ambiente distinto.
19. Comprarle algún libro en el que se fomente la amabilidad y la cortesía.
20. Tarde de cuenta cuentos: jugar una tarde a inventarse cuentos sobre situaciones y personajes que tengan que ver con la amabilidad.
21. Pedir con amabilidad el agua, pan… en la mesa.
22. Llamar antes de entrar en el cuarto de un hermano que estudia, aunque la puerta se encuentre entreabierta.
23. Decir «qué rica está la comida» cuando vamos a casa de la tía o de la abuela.
24. Sostener la puerta mientras pasan los demás hermanos, papá o mamá.
25. Pedir con una sonrisa y por favor un limón a la vecina.
26. Luego devolvérselo dando las gracias de nuevo.
27. Agradecer a un hermano cuando juega con algo que le ha dejado.
28. Pedir por favor los juguetes u otros objetos a los hermanos antes de usarlos.
29. Devolver los lápices o las pinturas que pedimos a los hermanos con la punta afilada.
30. Aliarse con él para sorprender a papá o mamá y hacerle la cama el domingo.
Consejos para enseñar a dar las gracias a los niños
– Aprovecha cualquier oportunidad para pillar por sorpresa a tu hijo siendo amable o delicado. Por ejemplo, puedes decirle: «Hiciste sentirse realmente bien a la tía Sara cuando le dijiste lo deliciosa que había estado la cena».
– Anímales con grandes alabanzas cada vez que muestren signos de preocupación por los demás. Por ejemplo, cuando nos acerque un trozo de fruta hemos de asegurarnos de decirle siempre un «Gracias«, con una gran sonrisa.
– No sólo puedes enseñar a tu hijo a decir «gracias», también puede colorear preciosos dibujos para expresar su agradecimiento a los amigos, etc.
– Has de demostrar la amabilidad con obras en vez de con discursos: «Acércale la bandeja de pan a mamá, justo de la misma manera que yo te lo he acercado a ti».
– Prepara a tu hijo con antelación a las situaciones: «¿Qué piensas que deberías decir a tu amigo cuando te invitan por primera vez a su fiesta de cumpleaños?».
– Incítale con delicadeza a la amabilidad. En un restaurante, echa un vistazo de vez en cuando a tu hijo y muéstrale, si hace falta, cómo se lleva correctamente la servilleta a los labios.
– Coloca a tu hijo, desde que es pequeño, cerca de la mesa en las horas de la comida, de manera que pueda sentirse parte del grupo familiar y observa la cortesía en acción.
Con una baraja de cartas puedes jugar con él al juego del por favor y gracias. ¿Cómo? Con una baraja de cartas se trata de hacer parejas pidiendo las cartas a los compañeros, siempre con un «por favor»; si la tienen y nos la dan hay que responder con «gracias». Se pierde el turno si se nos olvida decir «por favor» o «gracias» o si el compañero no tiene la carta que pedimos.
Ricardo Regidor
Asesoramiento: Lucía Herrero. Psicóloga y orientadora familiar
Más información en el libro: Educar en la gratitud. Cómo enseñar a apreciar lo positivo de la vida. Autores Jeffrey J. Froh y Giacomo Bono.
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