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10 maneras sencillas de mejorar la autoestima de nuestros hijos

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La autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos. Poseer una buena autoestima es la armadura que nos dará fortaleza en el futuro para enfrentarnos a las adversidades y construirla de manera fuerte desde la infancia es fundamental. Nos pasamos la mayor parte del tiempo intentando que nuestros hijos se porten bien, se coman su comida o hagan los deberes. Pero, ¿cuánto tiempo dedicamos a mejorar su autoestima?

Los niños que tienen una autoestima alta son optimistas, sonríen con facilidad y están más capacitados para resolver conflictos y resistir a las presiones negativas. En cambio, cuando la autotestima es baja, los niños tienen más tendencia a la frustración, a la depresión y a la pasividad. Y todo porque tienen una baja opinión de ellos mismos y tienen pensamientos autocríticos negativos como «no puedo hacerlo bien, o no soy suficientemente bueno».

Es muy importante conocer que los patrones de autoestima comienzan muy pronto en la vida. El refuerzo de la autoestima se va adquiriendo como consecuencia de la perseverancia tras varios intentos fallidos, pero también está combinado con el sentimiento de ser amado. Por este motivo, los padres tenemos mucho que ver en el refuerzo de la autoestima de nuestros hijos y por eso es importante conocer cómo potenciar la autoestima infantil.

10 maneras de reforzar la autoestima infantil

Aquí tienes 10 formas muy sencillas de conseguirlo.

1.   Nunca te rías de sus ideas por muy excéntricas que sean

Como nos ocurre a los adultos, los niños quieren que se les tome en serio. Cuando creen que se están burlando de ellos su instinto es enfadarse, colapsarse y no contar más idea por miedo a que se vuelvan a reír de ellos. Después de todo, los niños ven el mundo de forma diferente a la nuestra. Puede que te sorprendas de lo que oigas una vez le muestres a tu hijo que le estás escuchando y que te tomas muy en serio sus ideas.

2.   Enfréntales a situaciones a las que no estén acostumbrados

Si siempre pisan sobre seguro, no habrá forma de que se sientan orgullosos de sí mismos y cuando no tengan más opción que enfrentarse a nuevas experiencias y a nuevos ambientes (universidad, trabajo, etc.), en vez de ilusionarles puede provocarles ansiedad. La única forma de estar cómodo en un determinado ambiente es si primero has experimentado una incomodidad inicial. Así que anímales a salir de su «zona de confort» con frecuencia y a que experimenten cosas nuevas. Se sorprenderán de lo bien que se desenvuelven y se acabarán sintiendo más seguros de sí mismos.

3.   Anímales a tocar un instrumento

Si bien no es bueno forzar a nuestros hijos a que practiquen nuestras aficiones o cumplan nuestros objetivos, tocar un instrumento reparta demasiados beneficios como para poder ignorarlos. Cuando tengan edad suficiente para ser capaces de empezar a practicarlo, foméntales que aprendan a tocar un instrumento musical para que liberen estrés (sí, los niños también se estresan) y mejore su autoestima de forma asombrosa.

4.   Déjales participar en la cocina

La mayoría de los niños están más interesados en comer que en preparar la comida, pero te sorprenderá como un primer contacto puede cambiar este hecho. Si le invitas un día a hacer galletas o a ayudar a preparar una tarta verás cómo empezará a pedirte que le dejes ayudarte más veces. Él se sentirá más útil (lo que aumentará notablemente su autoestima) y tú puedes contar con un nuevo ayudante que te descargue un poco de todo el trabajo que supone alimentar a tu familia. ¡Todos ganáis!

5.   Celebra sus éxitos

10 maneras de mejorar la autoestima de tus hijos

No hay que darles un trofeo cada vez que se comen un plato de verduras, pero si cada pequeño logro se ve correspondido con un pequeño «premio» (pueden ser solo unas palabras, una canción, una chuche…) tu hijo sentirá que valoras sus esfuerzos y aprenderá que, aunque a veces cueste más que hacer las cosas mal, hacer lo que debemos merece la pena. Y lo mejor es que los niños pequeños se conforman con los premios más tontos; a mis sobrinas les hacemos la ola cuando comen todo hasta el final y sin ayuda. Parece una tontería pero saber que al final tendrán esta pequeña recompensa les motiva a esforzarse más.

6.   Deja que te enseñen algo

Pocas cosas motivan más a un niño que hacerles creer que saben algo que tú no. Cualquier cosa vale: un truco de magia, un canción en el piano, el superpoder de un héroe de su serie favorita… Foméntales que compartan lo que saben con los demás (sin pavonearse) y especialmente contigo. Muestra tu asombro por lo que te cuente y felicítale. Le cogerán gusto a aprender cosas nuevas y tendrán más confianza en ellos mismos.

7.   Fomenta su creatividad

Según algunos estudios, muchas personas que son creativas no consideran que lo sean porque nunca nadie les animó a serlo. No se trata de conseguir que todos los niños acaben siendo  Picassos o Beethovens, también necesitamos abogados, policías y astronautas. Pero fomentar su creatividad les ayudará en el futuro, trabajen en lo que trabajen y potencia el desarrollo del cerebro. No solo hay que animarles a pintar o a escuchar o practicar música, también puedes preguntarle qué creé que pasará después cuando estáis leyendo un cuento para que utilice su imaginación.

8.   Muéstrate seguro de ti mismo

A veces nos olvidamos de que una gran parte de lo que aprenden los niños es por el ejemplo. A veces las formas de ser parecen hereditarias por lo mucho que pueden parecerse los padres y los hijos en la forma de hablar o actuar, pero la realidad es que casi todo es producto de la convivencia. Si le muestras tus inseguridades a tu hijo pequeño, es posible que acabe por tenerlas él también. Compórtate delante de él con seguridad y confianza en ti mismo y lo más probable es que lo aprenda.

9.   Anímales a hablar de sus problemas

Muchas veces los niños pasan épocas en las que están más a la defensiva, muy susceptibles o de mal humor. En vez de dejar que su estado de ánimo provoque conflictos en casa intenta descubrir cuál es el problema y pregúntale directamente si hay algo que le preocupa. A veces por vergüenza o por miedo no se atreven a hablar de sus problemas y estos se hacen más grandes y empiezan a minar su autoestima. Enséñales que pueden contar contigo cuando las cosas van mal y que sea lo que sea no vas a juzgarles. Solo si tiene confianza en ti podrá contarte qué le pasa y tú podrás enseñarle a solucionarlo. Agradecerás haber hecho esto a tiempo cuando llegue la adolescencia.

10.   Déjales que fracasen

Saber ganar es algo más instintivo, pero aprender a perder o a lidiar con el fracaso no es tarea sencilla, sobre todo cuando son pequeños. Enséñales desde el primer momento que no pasa nada por perder y que de los errores y fracasos se aprende. Como la práctica hace al maestro, lo más seguro es que sean malos perdedores hasta que hayan experimentado el fracaso varias veces. Tú asegúrate de que les animas cuando pierden y explícales que a veces se gana y a veces se pierde. ¡Ganar siempre es aburrido!

Muchos padres ayudan a sus hijos con todo incluso cuando estos no lo necesitan y no han pedido su ayuda. Es un error muy común que hay que evitar si queremos que nuestros hijos se conviertan en personas capaces y seguras de sí mismas. Tampoco debemos ahorrarle el «sufrimiento» del fracaso o protegerles de situaciones que les incomodan. Déjales probar cosas que no les gustan, tropezar, caerse… Te aseguro que aunque no te lo parezca, te estarás ganando el premio a «madre del año».

Marga Wesolowsky

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