De entre todas las asignaturas que componen el curso escolar, hay una que tiene mala fama de manera tradicional. De manera injusta, las matemáticas suelen ser rechazadas por la mayor parte del alumnado. En muchos casos pueden trabarse y hacer que el año académico de los estudiantes se haga muy largo. Por ello, hay que poner herramientas para solucionar estas situaciones.
Una de estas herramientas es el método ABN. Una solución con la que especialistas en educación pretenden mejorar el aprendizaje de las matemáticas por parte de los alumnos. Un sistema que pretende que los estudiantes se valgan de objetos cotidianos para que puedan realizar los cálculos necesarios para resolver los ejercicios propuestos en esta materia.
Objetos cotidianos para ejercicios complicados
Tal y como puede verse en el blog de este sistema creado por Jaime Martínez Moreno, maestro y doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, el método del Algoritmo Basado en Número (ABN) se basa en el uso de objetos cotidianos como botones o gomas borrar para favorecer el cálculo mental de operaciones matemáticas sencillas. Una herramienta que puede alcanzar la misma solución de diversas maneras.
Al contrario que en las matemáticas tradicionales, no existe una regla exacta que ha de seguirse para una resolución final. De esta forma, cada alumno aprende a su ritmo y con materiales que puede tocar, no con ideas abstractas. Con estos artículos el estudiante puede colocarlos como quiere y hacer los cálculos que él estime oportunos, de esta forma piensa en números y no en cifras.
Y es que tal y como indican los responsables de este estudio, engloba las distintas operaciones básicas, las adaptaciones de algunas de estas operaciones como la resta y las nuevas operaciones surgidas en el seno del propio ABN como son la doble resta, «sumirresta», igualación y las diferentes adaptaciones para el cálculo con medidas de tiempo, polinomios y ecuaciones de primer grado.
Aprendizaje divertido de las matemáticas
El método ABN no es la única manera de hacer de las matemáticas un aprendizaje divertido, estas son otras actividades que pueden ayudar a los estudiantes en este proceso:
– La pequeña tienda. Un juego que hace que los niños se pongan en la piel del responsable de una tienda, teniendo que realizar operaciones matemáticas simples como sumas, restas y divisiones. Al pequeño se le concederá una pequeña cantidad de dinero (no real) que debe intentar mantener o maximizar al final del día).
– Dividir la tara. Hay una tarta, y varios asistentes que quieren comerla. La unidad es el pastel completo y los pedazos las fracciones, una buena ayuda para poder saber qué es una división.
– Lista de la compra. Se les asigna un presupuesto a los pequeños y una lista de la compra. Ahora deben «ir al supermercado» para aprovisionarse de estos artículos. El objetivo es tratar de cuadrar el listado con el coste de los productos.
Damián Montero
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