¿Estudiar o aprender? Para estudiar y aprender al mismo tiempo hay que seguir la premisa «Lección atendida, lección repasada, lección aprendida». Aprender un poquito cada día es la clave porque intentar aprender todo de golpe no es recomendable.
Casi sin darnos cuenta, llega el final de curso; momento en el que niños y jóvenes tendrán que hacer frente a los exámenes finales. En ocasiones los alumnos, y también muchos padres, piensan que lo que están estudiando para el siguiente examen no les va a servir de nada, porque a los pocos días no se acordarán de muchas de esas cosas.
Debemos entender el trabajo que realizan nuestros hijos como un proceso no solo para adquirir conocimientos, sino sobre todo para adquirir capacidades de estudio. Pero, ¿saben estudiar?
Tus hijos, ¿estudian o aprenden?
Es imprescindible que los alumnos sean protagonistas de su proceso de aprendizaje, y para ello debemos transmitirles los valores fundamentales de su educación y no basarnos solo en el rendimiento escolar. Si, en lugar de señalarles que deben aprobar el examen, decimos a nuestros hijos de antemano que su objetivo es estudiar 30 minutos cada día, valorarán el proceso de estudio. No se trata de aprobar, sino aprender y estudiar cada día.
Hay que seguir la premisa «Lección atendida, lección repasada, lección aprendida». Aprender un poquito cada día es la clave porque intentar aprender todo de golpe no es recomendable.
7 pautas para que estudiar sirva de aprendizaje
A partir de aquí, seguir estas pautas puede ayudar a los niños a estudiar mejor:
1. Desbloquear la mente
La causante del bloqueo mental se llama «ansiedad de evaluación» y produce tensión, estrés y nervios. Esta situación hace que nuestros hijos se queden en blanco sin saber la respuesta por más que hayan estudiado y muchas veces la recuerden cuando salen del examen.
2. Evitar el síndrome del sobreentrenamiento
Organizar una agenda de estudio teniendo en cuenta los tiempos de descanso es muy importante. Estudiar durante tiempos prolongados sin descanso se llama «síndrome de sobreentrenamiento» y quiere decir que el cerebro está tan cansado que, por más que se siga estudiando, ya no asimila la información.
3. Cambiar el «no puedo» por el «yo puedo»
La única forma de cambiar el «no puedo» por el «yo puedo» es el entrenamiento mental: en la medida en que aprendemos, dominamos conocimientos y obtenemos confianza en nosotros mismos. Esa seguridad evita que nuestros hijos se queden en blanco durante un examen.
4. Evitar memorizar contenidos
Aprender no es acumular conocimiento memorizando, sino comprender todo aquello que leemos. Para ello nada mejor que leer mucho y así desarrollar nuestra capacidad de concentración y retentiva; de esta forma, estudiar se hace mucho más llevadero.
5. Leer en voz alta
Cuando tus hijos estén repasando, te aconsejamos que lo hagan en voz alta porque activa la capacidad del cerebro para almacenar información, aumenta la capacidad de memoria visual y hace que el contenido sea más fácil de recordar, con lo que se evita que sus mentes se queden en blanco al responder una pregunta.
6. Aplicar técnicas mnemotécnicas
Todo aquello que ayude a recordar es positivo, como organizar esquemas y resúmenes, asociar contenidos, relacionar temas, etc. Que tus hijos entiendan lo que están estudiando es fundamental y para ello puedes enseñarles a asociar palabras y conceptos importantes con imágenes o recuerdos.
7. Mantener hábitos saludables
Comer sano, realizar deporte o ejercicios de relajación para eliminar el estrés acumulado y evitar dormir poco es vital para conseguir aumentar la concentración.
4 lecciones bien aprendidas
Y, aunque es posible que dentro de un mes los niños ya no recuerden toda la materia, habrán aprendido a:
– Superar un reto por sí mismo
– Tener capacidad de trabajo, planificación, concentración
– Desarrollar la memoria, la capacidad de deducción y de comprensión
– Tendrá una base sólida de conocimientos que le permitirán conocer el mundo que te rodea, y que además te permitirá empezar a descubrir sus preferencias, afinidades, motivaciones para a partir de ahí construir su camino personal y profesional.
Maribel Martín de Rosales, directora de desarrollo y RRPP de Kumon España.
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