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La lateralidad cruzada, una dificultad para aprender

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La lateralidad cerebral es la preferencia por utilizar un lado del propio cuerpo. A medida que crecen, los niños van a construir su lateralidad para tener un punto referencial espacio-temporal. Esta referencia es vital para automatizar los aprendizajes básicos, para organizarme interiormente y para organizar todo lo que me rodea.

Cuando los sistemas audio-viso-motrices de nuestros hijos se desarrollan correctamente ni siendo diestro, ni siendo zurdos los niños van a tener problemas, pero si la maduración no es correcta, será un niño con fracaso escolar.

Estos niños presentan problemas de atención y se fatigan fácilmente. Una buena organización lateral ojo-mano-pie-oído favorece la resolución de problemas escolares y personales.

Cuando no hay una dominancia de un mismo lado

Lo ideal es que ofrezcan una dominancia en el mismo lado, ya sea el lado derecho o el lado zurdo, es decir tener una lateralidad homogénea. Si esto no ocurre así decimos que tiene lateralidad cruzada.

Los niños con lateralidad cruzada, ojo-mano sobre todo, diestro de mano y zurdo de ojo o al contrario nos van a dar problemas de lectoescritura, por el bajo dominio viso-espacial que poseen.

Principales consecuencias de la lateralidad cruzada

– Dificultad en la automatización de la lectura, escritura y cálculo
– Inversiones en la lectura y en la escritura de números y letras.
– Errores al leer.
– Sustituciones de unas letras por otras.
– Dificultades con los conceptos básicos matemáticos.
– Desorientación espacial y temporal.
– Torpeza psicomotriz y faltos de ritmo.

Como consecuencia de todo esto el tema escolar se ve muy afectado, sin olvidar el tema emocional. Se convierten en niños desmotivados, con poco interés en las actividades escolares, e incluso en otras, debido a sus problemas de atención y concentración. Su autoestima suele ser muy baja.

¿A partir de que edad se puede tratar la lateralidad cruzada?



El mejor tratamiento es la detección precoz, por eso a partir de los 4-5 años podemos y debemos evaluar la lateralidad, con el claro objetivo de prevenir cruzamientos.

En caso de ya existir se debe resolver en alguno de los sentidos.

¿Cómo podemos tratar la lateralidad cruzada?

El tratamiento debe ser adaptado a cada paciente teniendo en cuenta el origen y las dificultades que está ocasionando.

La terapia base es la reorganización neurofuncional, que desbloqueará el desarrollo del individuo, organizando su sistema nervioso y aprovechando las posibilidades de regeneración del Sistema Nervioso (Neuroplasticidad).

Con la maduración del Sistema Nervioso resolveremos todos los síntomas de la lateralidad cruzada antes descritos, las dificultades de atención, de organización espacio temporal, y sus problemas emocionales y de autoestima y, como consecuencias, sus barreras escolares

Ejercicios de patrón cruzado para la lateralidad cruzada

Estos ejercicios de «patrón cruzado» se corresponden a una etapa antes de los dieciocho meses de edad, pero si un niño mayor no muestra una tendencia clara hacia un lado u otro de su cuerpo debería realizar estos ejercicios hasta dominarlos.

1. Arrastre homolateral
Tiene que colocarse boca abajo sobre una superficie lisa, con el brazo izquierdo y la pierna izquierda en posición hacia arriba, como el dibujo, mientras que el brazo derecho y la pierna derecha lo están hacia abajo. Le enseñaremos a avanzar invirtiendo la posición, de manera uniforme y tan pausadamente como sea posible.
Simultáneamente, le enseñaremos a girar la cabeza y mirar la mano que sube cada vez. Cuando la mano izquierda está arriba que gire la cabeza y la mire, y viceversa. Ha de guardar un ritmo adecuado y la cabeza ha de girar uniformemente. Hemos de practicar esto cinco minutos cada día.

2. Gateo en patrón cruzado
Le diremos al niño que gatee sobre las rodillas y las manos. Su gateo debería ser suelto y rítmico: sincronizado. Debe realizarlo según el patrón cruzado, es decir, la mano derecha y la rodilla izquierda deben tocar el suelo al mismo tiempo y viceversa. Las manos deben tener las palmas hacia abajo en forma plana, los dedos deben señalar hacia adelante y los pies debe arrastrarlos.
Como se está usando la mano y la rodilla de lados opuestos simultáneamente, el equilibrio y el ritmo deben ser sueltos y naturales.

3. Caminar en patrón cruzado
Se trata de caminar normalmente: la mano y el pie de los lados opuestos se mueven adelante al mismo tiempo. Esto da equilibrio al caminar. Para enseñar al niño le diremos: «Fíjate como señalo con mi dedo el pie opuesto mientras camino». Hemos de observar si la mano y el pie de lados opuestos se mueven al mismo tiempo, con un ritmo fluido.

4. Orientación Derecha-Izquierda
Ha llegado el momento de enseñar al niño los conceptos de derecha e izquierda, de modo que le resulten automáticos. Mientras camina o corre en patrón cruzado le diremos: «gira a la izquierda» o «gira a la derecha», como si fuera un juego. Al principio tendrá dificultad, pero con práctica ser capaz de dominar la orientación espacial. Practicaremos durante diez minutos todos los días. Generalmente, con tres semanas de ejercicio los niños coge estos conceptos.

Beatriz Bengoechea. Psicóloga y Orientadora familiar

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