Actualmente las comunicaciones entre las personas están más activas que nunca. Las redes sociales y las nuevas tecnologías han propiciado que se escriba mucho más de lo que se hacía en el pasado, pero al mismo tiempo, estas nuevas formas de escritura han supuesto un antes y un después en el aprendizaje de los más pequeños
La escritura a través de los diferentes medios digitales tiene dos características comunes independientemente del fin que se le vaya a dar a esta: la inmediatez y la abreviación. La tendencia actual dentro de la escritura bien sea por el número limitado de caracteres en las redes sociales o por la búsqueda de rapidez constante no solo a la hora de escribir sino también a la de leer, está centrada en reducir las palabras, haciéndolas más cortas o directamente omitiéndolas.
Por otro lado, la escritura en el mundo digital ha venido acompañada de ciertos recursos audiovisuales como los emojis o GIF animados, los cuales, si bien es cierto que han enriquecido la comunicación permitiendo desarrollar ciertas capacidades expresivas más visuales, cuando se está iniciando a los más pequeños en el aprendizaje de la escritura esto puede suponer una limitación. Por ello son muchos los expertos que siguen apostando por la escritura en papel especialmente entre los más jóvenes.
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Aprender a escribir en papel: beneficios para los niños
Como explica Rosario Lamela, profesora y creadora del método de cuadro-vía Lamela, indicado para iniciar a los niños en la escritura «las nuevas tecnologías han llegado para quedarse y sobre todo para ayudar en la enseñanza en los niveles más altos, pero también en los que corresponden a educación infantil y primaria, de todas formas, su aportación a la escritura es destacada pero no imprescindible, ya que en esta intervienen muchos factores que no nos pueden dar el uso de los dispositivos electrónicos».
La escritura en papel tiene múltiples beneficios ya que potencia la concentración y la memoria debido a una actividad neuronal de mayor intensidad. Al escribir en el teclado de un dispositivo electrónico pueden aparecer distracciones con mayor facilidad ya que los niños conocen cada vez mejor los accesos a internet y a los diferentes juegos. Sin embargo, la escritura en papel requiere mayor atención, puesto que únicamente tienen acceso al folio en el que van a escribir y tienen que estar más pendientes de pensar en lo que escriben y en manejar el utensilio de escritura.
Como añade la profesora, escribiendo logramos «destacar la motricidad fina, el fortalecimiento de los músculos de las manos y dedos, lo que nos da precisión dedos a la hora de escribir. También desarrollamos la lateralidad y el ritmo, que junto con la ordenación del espacio temporal nos facilitan el desarrollo de la atención».
Además, escribir a mano es una buena técnica para retener mejor la información, no solo porque prestamos más atención. Tanto es así que, como explican los expertos, el cerebro humano cuenta con un área conocida como Sistema de Activación Reticular, la cual se encarga de ordenar las actividades que llevamos a cabo en función de la importancia, y escribir está situada siempre en primer plano.
Cuando los más pequeños se inician en el proceso de la escritura, su sentido del espacio es diferente al de un adulto, por eso «necesitan de mucha amplitud para desarrollar esa motricidad fina y ese control sobre sus manos y dedos. La realización de garabatos, trazos y dibujos les ayuda a crear una apercepción más clara de donde ubicarse, de establecer los límites del lienzo en blanco que se presenta» explica Rosario.
Métodos para aprender a escribir
Actualmente existen innumerables métodos para acompañar a los niños durante este aprendizaje, desde los más creativos con juegos y manualidades, hasta los más rigurosos como el método de cuadro-vía Lamela. Este surge de la unión de las dos pautas más utilizadas para este proceso, la cuadricula y las dos rayas formando así la denominada cuadro-vía. Un patrón que desarrollado a lo largo de una hoja y con el dibujo de un tranvía al comienzo de cada pauta indicando el sentido, compone el diseño sencillo pero efectivo.
La particularidad de esta pauta es que facilita a los niños el ejercicio de la escritura ubicándolos perfectamente y haciendo que tanto en altura como en anchura sus letras sean adecuadas. De esta forma la separación entre pautas da una limpieza y orden a los trabajos de escritura muy agradables a la vista y motiva su realización al pequeño.
Hemos de tener en cuenta que cada niño lleva su propio ritmo y por ello no se debe forzar para que adquiera habilidades o conocimientos para los que no esté preparado. Cada uno es diferente y así se ha de tratar, lo que sí que está claro es que escribir en papel, es un excelente gimnasio para nuestra mente y nuestra creatividad.
Marina Berrio
Asesoramiento: Rosario Lamela. Profesora y creadora del método de cuadro-vía de Editorial Lamela.
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