La participación de las familias en la formación y educación de los hijos es vital y garantiza que desarrollen al máximo su potencial de aprendizaje manteniendo la motivación. Pero, ¿cómo conseguir que se pongan a estudiar por iniciativa propia, sin tener que estar recordándoselo todos los días?
Los padres sabemos que la educación es el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos, pero a veces resulta complicado que los niños comprendan lo importante que es aprender y estudiar para su futuro. Teniendo en cuenta que los niños viven el presente, la educación en valores cobra protagonismo en la etapa infantil y para aunar esfuerzo y estudio conviene trabajar su sentido de la responsabilidad.
La motivación por el aprendizaje se puede conseguir fomentando en tus hijos el asombro por todo lo nuevo y distinto. Empezando por aquí, poco a poco, serán ellos mismos los que interesen por saber más y por querer asombrarse de nuevo.
Cómo ayudar a nuestros hijos a que se pongan a estudiar
Obligarles a estudiar cuando no existe motivación por su parte puede crear en casa un clima negativo. Muchos han sido los padres que han intentado conseguir que sus hijos se pongan a estudiar por otras vías, como Toru Kumon, autor y fundador del método Kumon, un método de estudio que nace de la intención de un padre, a la vez profesor de matemáticas, de tomar parte activa en la educación de su hijo Takeshi, que por entonces cursaba segundo de Primaria.
El método de aprendizaje de Kumon fomenta la implicación de las familias estableciendo una serie de puntos esenciales y rutinas diarias en casa, para desarrollar la responsabilidad del niño y su hábito de estudio; pero, ¿cómo podemos ayudarles?:
1. Creando un espacio de estudio libre de distracciones
El espacio de estudio debe estar bien iluminado y provisto del material necesario. Para favorecer la concentración y el hábito de estudio, es importante evitar ruidos como los del televisor y otros dispositivos electrónicos.
2. Estableciendo una rutina de estudio
Es importante establecer una rutina porque ayudará a generar hábitos diarios sin problema.
3. Dando pistas, no respuestas
Para ello es importante que el niño aprenda a pensar. Por eso, no le des las respuestas a tu hijo; acostúmbralo a leer los enunciados, estudiar los ejemplos y seguir las pistas del material antes de escribir sus respuestas. Hay que entrenar su autonomía y, poco a poco, ir retirando nuestra ayuda para que se vea capaz de trabajar solito y sentir la satisfacción de haberlo logrado por sí mismo.
4. Promoviendo su motivación
Para mantener la motivación del alumno durante el aprendizaje los padres han de celebrar su éxito y felicitarlo. Usar el elogio como refuerzo por el trabajo realizado. Lo más importante para que no decaigan ni su ánimo ni su ritmo de trabajo es que el alumno sepa lo que debe conseguir. Además, las metas deben suponer un reto sin quedar fuera de su alcance, ya que de lo contrario, perderá la motivación y se sentirá frustrado si no las alcanza.
Con estas pautas, los niños no solo entrenarán su autonomía, los padres podrán valorar su grado de motivación y la familia al completo podrá disfrutar del clima de sosiego que genera una buena disposición por parte de los hijos hacia el estudio.
Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Kumon España
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