Con los Reyes Magos rondando la casa, nos surge la duda de qué juguete es más adecuado para cada niño. Y año tras año se reabre la polémica sobre si los juguetes son para niños, para niñas o para los dos. La clave está en no catalogar a los niños en grandes grupos (niños y niñas, nerviosos y tranquilos, mayores y pequeños…) Siempre hay que pensar en cada uno de ellos como seres individuales. Es necesario pensar qué les gusta, con qué se divierten, qué len hace feliz. Y no tanto si es niño o niña.
Este ejercicio se debería hacer con cada uno de los hijos y no caer en el error de pensar que, como al mayor le gustó cierto juguete, al pequeño también le gustará y más si son del mismo sexo. Puede que sean del mismo sexo, pero que tengan gustos o caracteres diferentes. Esta reflexión no solo deben realizarla los padres en casa, sino que los profesores lo deben tener en cuenta día a día en sus aulas. De este modo, somos mucho más justos con cada uno de ellos y no condicionamos ni nos basamos en estereotipos sociales.
Cuando no tenemos claro qué les puede gustar o estamos ante algún juguete nuevo sobre el que podamos tener duda de si les puede encajar, lo recomendable es darles la oportunidad de explorarlo, conocerlo y descubrir por sí mismos si les gusta o no.
Los mismos juguetes para todos
En las aulas de Infantil, cuando todavía están desarrollándose y conociéndose a sí mismos, los profesores ofrecen los mismos juguetes para todos y procuran que haya mucha variedad. Esto significa que se pueden encontrar en el aula con juegos del siguiente tipo:
Cocinitas: aunque ya no tanto en la sociedad actual, tradicionalmente ha sido un regalo para niñas. Sin embargo, es un juego que gusta mucho en esas edades a todos los niños con independencia del sexo.
Coches, medios de transporte: de orientación más masculina, pero que gusta mucho también a las niñas a las que les divierte el movimiento.
Juegos de movimiento o psicomotricidad: tienden a disfrutarlos más aquellos niños que tienen capacidades motoras especialmente desarrolladas o requieren de mucho movimiento constante en su día a día.
Actividades cognitivas (pintar, leer, puzles, coser, etc.): tienden a elegirlas aquellos niños que tienen habilidades en esta línea. Por lo general, suelen ser más niñas que niños, pero también hay grandes artistas de género masculino con mucha sensibilidad que demandan estos momentos de tranquilidad.
Muñecas, juego simbólico de representación del hogar o ‘mamás y papás’: suele ser más elegido por las niñas, pero no de forma exclusiva.
Juguetes, sí, pero personalizados
Con todos estos ejemplos queremos transmitir que la elección del juego o del juguete siempre tiene que estar centrada en la persona a quien se le va a regalar y luego tratar de dar siempre oportunidad a todos por igual de que puedan disfrutar de todo tipo de juguetes. Así conoceremos qué les puede gustar realmente y podremos respetarles y ser más justos con ellos.
Además de todo esto, y teniendo en cuenta, en primer lugar, la individualidad del niño, sí que es notable la tendencia que, de modo general, suele tener cada grupo de niños dependiendo del sexo y, por tanto, las posibles diferencias existentes entre ellos. Así pues, no porque sean niños o niñas se les debe dejar de dar las mismas oportunidades, pero tampoco se deben obviar las diferencias existentes entre ellos, puesto que al existir ya les proporcionan una serie de cualidades individuales y personales que es interesante tener en cuenta.
Esto significa que, sin necesidad de recurrir a estudios muy profesionales, simplemente haciendo un ejercicio de observación entre los niños de modo muy global, se pueden apreciar diferencias entre ellos que ayudan a describir más su personalidad.
Cualquier familia que tenga más de un niño y, de sexos diferentes, o cualquier profesor que observe el comportamiento en el aula, podrá ver cómo a pesar de darles las mismas oportunidades a todos los niños, en cuanto a juguetes y juegos, para que puedan divertirse o entretenerse, la mayoría de ellos, según el sexo, suelen tender a elegir los mismos porque, por lo general, los del mismo sexo tienen cualidades muy similares en su modo de ser como personas.
De ahí que se suela llegar a generar estereotipos como los siguientes: a los niños les gusta más actividades de movimiento, o juegos más bélicos por ser más «movidos». O que a las niñas les gustan juegos más tranquilos en los que predomine la relación social o la comunicación.
En conclusión, se podría decir que diferencias entre ellos existen de modo generalizado por lo que es interesante tenerlas en cuenta de cara a conocerles mejor y ofrecerles aquello que vaya más acorde a su modo de ser o a sus gustos e intereses. Pero esto no significa que todos los niños o todas las niñas sean iguales. Por lo tanto, el mejor consejo, de cara a saber qué juegos pueden utilizar, es pensar en cada uno de nuestros hijos y tratar de darles lo mejor de modo individual y personal, sin negarles que jueguen con juegos que se hayan catalogado socialmente, del sexo contrario al que es nuestro hijo o hija .
¿Son sexistas los juguetes?
Hagamos un repaso de los juguetes que estas Navidades llegan a cada casa. Las muñecas ya no son todas chicas, hay chico y chica, de distintas razas, pero los niños siguen sin pedirlas en las cartas. Los pequeños coches de metal han variado muy poco su aspecto desde hace décadas. El territorio es eminentemente masculino. Y los colores y diseños también.
Pelotas de plástico las hay de todos los tipos, pero hay una diferenciación entre chicos y chicas. O son de la batería de princesas de cuento, o de los superhéroes. Pocas neutras, salvo alguna bola del mundo. Cuando nos vamos a los balones, son de deportes, con los logotipos de competiciones y equipos.
Llegamos a los juguetes de construcciones, terreno intermedio, mixto, apto para chicos y chicas. Pero aquí el mercado ha jugado a la diferenciación y ha ganado. Para ellos, policías, diseños futuristas y medievales. Para ellas, princesas o sofisticadas teenagers en entornos consumistas -la tienda de ropa, la heladería, la casa de la playa? De nuevo, niños o niñas.
En las bicicletas, salvo las muy infantiles, se percibe una mayor «igualdad» en los diseños. Quizá porque es más probable que a alguien le toque heredar. Pero hoy tienen colores definidos los patines, los patinetes, los cascos y las protecciones. Es tan difícil encontrar un maillot de niño como un balón de reglamento rosa.
¿Qué es antes? Rosa o azul
¿El mercado diferencia porque el cliente -infantil lo demanda, o los niños poco alerta acaban asumiendo la distancia entre el rosa y el azul porque el mercado les obliga? Los expertos no se ponen de acuerdo y hay estudios avalados científicamente en las dos direcciones.
Si avanzamos en el fondo de la cuestión, quizá merece la pena comprender un matiz importante: niños y niñas tienen y tendrán durante su desarrollo matices de comportamiento diferentes que les hacen preferir, en la mayoría de los casos, determinados juegos. La diferenciación en los juguetes no es más que una adaptación a los modos naturales de juego. Sin embargo, se produce un efecto perverso cuando esa diferenciación encasilla los roles de hombres y mujeres y desdibuja la igualdad en substancia aun en la diferencia entre sexos.
María Campo Martínez. Directora NClic-Kimba
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