Nuestro papel como padres incluye no dejar que les arrastre la corriente y, al mismo, seguir viviendo en el mundo co. Las circunstancias que nos han tocado.
En este escenario, educarlos para que tengan mucho apego a lo material y que sepan que no es un fin sino un medio en sus vidas, no es tarea sencilla.
No se trata de que no tener sino de no necesitar tanto
La austeridad no implica que no tengamos lo que nos hace falta en el día a día sino en que no nos obsesionemos por tener lo que no nos hace falta o no podemos lograr.
Evitamos aferrarnos a las cosas materiales
Cada uno sabe de qué le cuesta prescindir. A lo mejor es un rato de móvil o una onza de chocolate. No puede limitar nuestra vida.
Paciencia: no tenemos todo, ya, aunque podamos.
Es tan fácil conseguir lo que queremos con un solo click que hemos perdido la capacidad de desear y esperar que forja un buen carácter.
Gastamos lo que haya que gastar cuando sea necesario
Ser austeros no es ser egoístas o tacaños sino distinguir entre el gasto superfluo y el necesario y apostar por el segundo.
Somos generoso con los demás y austeros con nosotros.
Vivimos nuestra austeridad sin que afecte a los demás y así podremos ayudarlos más a ellos.
Disfrutamos de los pequeños regalos de la vida
La austeridad no implica ser unos amargados. Hoy que disfrutar de lo que tenemos y de lo que recibimos con alegría.
Celebramos la vida por todo lo alto para dar las gracias
En nuestras familias, vivimos con austeridad el día a día pero sabemos marcar muy bien las ocasiones importantes y las celebramos con generosidad.