Las noticias de atentados terroristas y otras tragedias nos sobresaltan ciclícamente cada cierto tiempo y a nadie dejan indiferente. Con cada una de estas noticias, las familias estamos expuestas a una abrumadora cantidad de información e imágenes sobre el acontecimiento. Y como afirma Ángels Ponce, experta en Terapia Familiar, «el efecto que este tipo de noticias tiene sobre un niño, es mucho mayor e intenso que sobre un adulto».
Debido a que no podemos aislar a los niños del mundo que les rodea, los más pequeños asisten a la visualización de informaciones sobre los sucesos que van acompañadas de imágenes de atentados, casas hundidas, terremotos y, además, escuchan a los mayores de la casa hablar sobre ello, lo ven en la televisión, en los periódicos…
«Esta información tiene un gran efecto sobre los niños, así que en la medida de lo posible, es recomendable protegerlos de lo que no pueden entender o pueda asustarlos», recomenda Ángels Ponce. La exposición a este tipo de contenido puede provocar que algo se les repita en su cabeza. Es el caso de fotografías de personas ensangrentadas o víctimas.
¿Qué ocurre papá?
Lo habitual es que pregunten el significado de las palabras que escuchen o quieran saber qué está pasando. Ante esta situación, los padres y madres deben responder, pero teniendo en cuenta aspectos como la edad o la cercanía de la tragedia. Los más pequeños no necesitarán hablar demasiado de lo ocurrido, a no ser que nos preocupe saber qué han sentido, pero a medida que crezcan, necesitarán más explicaciones e información, y debemos saber cómo explicar la violencia en el mundo a los niños.
«Hablar es importante, pero no es obligatorio dar más detalles de los necesarios, las explicaciones sencillas son las mejores para los niños», aconseja la terapeuta. Un buen punto de partida para iniciar la conversación es preguntarles cómo se sienten o qué les preocupa. Frente a hechos que hayan ocurrido cerca de casa, se les puede explicar que no tiene que ver con ellos, o que están fuera de peligro, que hay personas que les ayudarán o garantizarán su seguridad, asi como que todas las víctimas se encuentren bien.
La importancia de transmitir seguridad
Ante situaciones como los atentados terroristas, los adultos pueden experimentar emociones que van desde el miedo hasta la ansiedad. Hay que tener en cuenta tal y como señala Ángels Ponce, que «los niños pueden verse afectados tanto por lo que ven y escuchan directamente como por la respuesta que observen de los adultos que les rodean». Por lo tanto, es esencial que transmitan seguridad.
Mantener la rutina cotidiana de su día a día también les aportará sensación de seguridad y protección, a pesar de que necesiten una atención extra de cuidados, «lo que sea necesario para que puedan sentir que estamos a su lado para protegerlos», afirma la experta.
Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Àngels Ponce. Terapeuta familiar dentro del entorno de la discapacidad, coach y especialista en procesos de duelo
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